Lo malo se contagia, y en el Cabildo de Gran Canaria hay una epidemia de transfuguismo aderezada con búsqueda ansiosa del sueldito cuatrienal que empieza a tirar para atrás del mal olor que desprende. A la operación de Juan Domínguez, consistente en fijar, dar brillo y esplendor a la mayoría minoritaria del PP mediante el infalible pegamento del poder y los presupuestos públicos, se unió este miércoles el sorprendente fichaje del número cuatro de la lista de Coalición Canaria al Cabildo, Sari Chesa, que sin haber renunciado aún a su condición de firme candidata a entrar en la Corporación por la renuncia, fallecimiento y expulsión de cualquiera de sus compañeros, ha aceptado ser asesora de José Miguel Bravo de Laguna. No hemos podido confirmar en qué materia asesorará la señora Chesa al presidente de la Corporación, pero las primeras noticias apuntan al apasionante mundo del golf, que viene siendo lo que más necesita Gran Canaria una vez recuperada la bandera de la Fuente Luminosa. Bravo tiene miedo de una espantada de Juan Domínguez, muy propenso a la compra-venta, y sabe que Coalición Canaria hará todo lo que esté en su mano para devolverle la traición. Por eso ficha a Sari Chesa, que tiene una acreditada carrera como asesora presidencial sin funciones específicas o cuanto menos volátiles. Estuvo hasta el otro día ocupando plaza y nómina así en Presidencia del Gobierno, a las órdenes de Paulino Rivero, sin que estemos en estos momentos en condiciones de presentarles algún trabajo realizado durante este periodo.