El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Soria, en los cerros de Úbeda
De repente va Mariano Rajoy y deja a los suyos con el culo al aire. El presidente del PP, en un rapto de responsabilidad y de patriotismo, terrenos en los que hasta la fecha estaba absolutamente inédito, salió este miércoles a defender públicamente la estabilidad económica española, a negar cualquier posibilidad de rescate de nuestra economía y a ahuyentar los fantasmas especuladores que se ciernen sobre la deuda soberana. Un gesto, el de don Mariano, que se produjo después de conocer de boca del presidente del Gobierno cuáles son los motivos reales del disloque de la prima de riesgo y cuáles son los pasos que España y la Unión Europea están haciendo para resolver la situación. Rajoy rompía de repente con su trayectoria irresponsable de hasta ayer mismo y dejaba a sus más fanáticos compañeros de fatiga in puris naturabilis, no sabemos si porque la cercanía de las elecciones aconseja al PP abandonar el discurso incendiario y apocalíptico o si porque, de repente, alguien se ha caído del caballo al comprobar que a) los ataques están injustificados en base a la seguridad que otorga la deuda española; b) Italia lo tiene mucho peor y allí no gobierna Zapatero; c) el retraso de la Comisión en aplicar las nuevas medidas de rescate a Grecia tienen mucho de culpa y d) los españoles empezaban a estar hartos de las majaderías del PP. Soria es uno de los que se pasó de apurada de frenada este miércoles en su afán por competir con Cristóbal Montoro a ver quien mea más lejos ante el jefe para alcanzar la gloria de la vicepresidencia económica.
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