Ya se soltó José Manuel Soria, consejero de Economía y Hacienda, con su primer comunicado de autoestima, es decir, de realce de su figura personal hasta cincuenta metros de altura, a ser posible. En medio de un cada vez más creciente clamor acerca de la nefasta política forestal del Cabildo que acaba de abandonar, en medio de dedos que le señalan como responsable político del nulo mantenimiento del monte, el vicepresidente del Gobierno se coló este miércoles en una reunión de la consejera de Agricultura, Pilar Merino (PP), con el sector hortofrutícola canario para colgarse él mismo la medalla con el anuncio de confirmación y potenciación de las ayudas de las que siempre ha disfrutado esta actividad. Propinando un cariñoso codazo a su compañera de partido, fue Soria quien hizo el anuncio oficial, para que no se diga que es un urbanita ni que se ha olvidado de la tradición hortofrutícola de la empresa familiar.