José Manuel Soria se debió quedar encantado con la excitante pesca del salmón en uno de los lugares del mundo donde son animal y actividad muy apreciados, en Noruega. Hasta allí acudió en viaje de placer invitado por el empresario noruego Björn Lyng, que lleva más de 30 años en Gran Canaria apostando por un turismo de calidad. Lyng y su esposa invitaron al matrimonio Soria-Benítez a un viaje de cinco días que comprendió, como primera escala, el festival de música de Salzburgo, un lujo al alcance de muy pocos, la mayoría colgados de personas con posibles y con contactos. Allí, en Salzburgo, Soria fue visto por algun que otro canario, entre ellos, por Jerónimo Saavedra, un incondicional que logró establecer una iniciativa similar, el Festival de Música de Canarias, que ya supera el cuarto de siglo y que ya figura en el catálogo de citas ineludibles de muchos melómanos.