El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Luis Soria entra en el Cabildo de Gran Canaria
Carlos Sánchez es un político astuto, de esos de la vieja guardia. Ha podido sobrevivir a diversos escándalos gracias a su capacidad para culebrear entre corrientes, y dentro del Partido Popular, por la contrastada bendición de la que disfrutan todos los que alguna vez han estado envueltos en casos de corrupción. Tiene muy bien desarrolladas sus habilidades sociales y políticas, no está abiertamente enfrentado a ningún sector que pudiera poner en peligro su continuidad en la vida pública, de la que lleva viviendo más de una década, y es incapaz de pronunciar un “no” si en ello puede írsele algún punto a su favor. El día que Luis Soria le pidió que lo recibiera en su despacho del Cabildo de Gran Canaria, en el que es portavoz del PP y consejero de Obras Públicas, no dudó ni un solo momento. Sabía que vendría a pedirle algún favor, pero para eso están los compañeros de partido, y mucho más si el peticionario es hermano del ministro de Industria y presidente del PP en Canarias. Más puntos para la permanencia. Luis Soria, como hizo también con varios alcaldes del PP en Canarias, acudió al despacho de Carlos Sánchez acompañado del consejero delegado de Effico, Enrique Sánchez, una compañía con la que el grupo VVO trata de sobrevivir y conseguir contratos con las administraciones públicas tras su declaración de concurso de acreedores. No acudían a interesarse por un expediente en curso, ni a presentarse como compañía capaz de prestar servicios a la Corporación. La visita tenía como objetivo primordial cortocircuitar cualquier posibilidad de que la Consejería de Obas Públicas promoviera un expediente para externalizar mediante la modalidad de concesión administrativa la gestión del alumbrado de las carreteras de la isla de Gran Canaria. Era el mismo objetivo que Luis Soria y su acompañante perseguían cuando los últimos meses giraron visita a los alcaldes de Tías, Moya o Los Realejos,entre otros. Un concurso como el que han sacado adelante municipios como Tacoronte o Arucas era inalcanzable para una compañía como Effico, y por eso había que conseguir rebajar las pretensiones de los políticos.
El Cabildo renuncia a un ahorro de 1,2 millones
Carlos Sánchez se quedó verdaderamente tocado ante la petición de Luis Soria y su acompañante. Ya había iniciado contactos con una consultora externa, una de las que ha actuado con éxito en otras corporaciones locales, para externalizar el alumbrado y sacudirse de encima una obligación cuyos costes aumentan cada año. Los primeros informes que tenía sobre la mesa, tras una auditoría hecha al alumbrado de las carreteras isleñas, le iba a reportar al Cabildo un ahorro de 1,2 millones al año, a lo que habría que sumar la sustitución de todos los puntos de luz por bombillas más eficientes y ecológicas, con la consecuente reducción de emisiones de CO2, y la mejora del servicio en lugares donde no se presta adecuadamente. El éxito de ese modelo ya se está apreciando en otros lugares de España y de Canarias, como en Tacoronte o en Arucas, y pronto en un ayuntamiento gobernado por el PP, el de Moya. Pero si Sánchez sacaba ese concurso, el más ventajoso para la Administración que representa, las posibilidades de que lo pudiera ganar Effico, la empresa de la que representa Luis Soria ante las administraciones gobernadas por el PP, eran muy reducidas. Se demostró en Los Realejos, donde tuvo que concursar tapada bajo el manto de Endesa Servicios en una licitación que ha sido suspendida por el alcalde del PP al denunciar la oposición ciertas irregularidades. El concurso que ha preferido sacar el gobierno grancanario del PP, a indicación de Carlos Sánchez, es el tradicional de mantenimiento, frente al modelo de resultados y de ahorro energético que traslada el riesgo al concesionario. El Cabildo opta por la modalidad más cara y más arriesgada para las arcas públicas, no consigue ahorro o eficiencia, ni reduce la huella de CO2 a la que está obligada por los pactos internacionales. Pero es lo que pedía Luis Soria, un concurso asequible a la empresa que representa. Y el PP en el Cabildo de Gran Canaria se lo ha concedido.
1,9 millones para mantenimiento de Deportes
Pero no es este concurso, pendiente aún de tramitar, el único por el que la empresa cuyos intereses defiende Luis Soria entra en el Cabildo de Gran Canaria. Ya ha conseguido un suculento contrato de casi 1,9 millones de euros al año. Lo ha hecho ganando otra licitación adjudicada en julio pasado por la que, en unión temporal de empresas (UTE) con Elimco Soluciones Integrales, se ocupará del mantenimiento integral de las instalaciones del Instituto Insular de Deportes (IID), del que es políticamente responsable Lucas Bravo de Laguna, hijo del presidente del Cabildo grancanario, José Miguel Bravo de Laguna. Desde luego, Effico ha concursado con un monstruo del sector de las ingenierías, y quizás haya sido ese empuje el que le ha hecho hacerse con el contrato. Cosa distinta es que la multinacional hubiera podido acceder a un contrato así de no mediar Effico y sus representantes, o que le pudiera interesar una cuantía así, que para la asociada canaria sí constituye un caramelo. No incluye este “mantenimiento integral” aspectos como los trabajos en altura, para los que se ha contratado a la empresa canaria Vertikan por 35.000 euros; ni los de mantenimiento de megafonía de las instalaciones del IID, por los que se pagan 26.000 a la empresa Aplicaciones Acústicas Musicales. O sea, que hay integralidad, pero menos.
En el BOP lo que costó el Mundobasket
Con un poquito de retraso sobre el horario previsto, este lunes, festivo en Gran Canaria, se publicaron en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) de Las Palmas los contratos suscritos por el Instituto Insular de Deportes de Gran Canaria por servicios prestados para la celebración dela reciente fase de clasificación del Mundobasket 2014 en la isla. Nada que objetar a la transparencia porque todas esas adjudicaciones podían consultarse en la web del organismo, no así el modelo de contratación puesto en práctica: “abierto con tramitación de urgencia”, es decir, como si de buenas a primeras nos enteráramos de que teníamos que organizar un mundial de baloncesto en Gran Canaria para dar vida inaugural al flamante Gran Canaria Arena. En el mismo BOP, por cierto, también se publicaba este lunes la adjudicación de la aproximación del graderío del Estadio de Gran Canaria al terreno de juego futbolístico, adjudicación que ha recaído en Sacyr por casi tres millones de euros. Pero entre lo que publica el BOP y lo que dice la web del Cabildo nos hemos enterado de lo que costó el catering “de todos los colectivos de la Copa del Mundo” (116.532 euros); lo que costó la vigilancia de Seguridad Integral Canaria (154.126); lo que se pagó a la UTE Clece-Set soluciones por un indeterminado “servicio de trabajos determinados de tareas de la Copa del Mundo” (164.000), o lo que costó el transporte de tanta gente (97.700). Más curioso resulta comprobar que el alojamiento y la manutención de los miembros de la FIBA y de la Federación Española de Baloncesto costó al Cabildo 83.000 euros, 50.000 más de lo que costó hospedar a los árbitros, comisarios y supervisores de árbitros, y muy cerca de los 124.000 euros que supuso alojar y dar de comer (catering aparte) a los equipos participantes y al personal de la organización, 124.000 euros. En el Plan de Marketing, el Cabildo se gastó 34.000, y en ejecutar ese Plan de Marketing a través de un Plan de Promoción, 54.000. Curioso también. Y en “protocolo y acomodación” se fueron 69.955 euros. Vayan sumando, que habrá más.
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