El ejercicio se asemeja bastante a los que ejecutan los faquires. Consistiría en coger una edición completa de un periódico local y tragársela entera, ejemplar por ejemplar, formando con cada uno de ellos un a modo de cucurucho. Se puede ayudar el traga-ediciones con sorbos pequeños pero continuos de agua, de tal manera que el tránsito se haga más llevadero al producirse el conocido ablandamiento del papel prensa en contacto con el líquido elemento. Es conveniente, eso sí, abandonar para este ejercicio la posición genuflexa o de cuclillas adoptada estas últimas semanas para succionar ora el miembro del empresario, ora el del político, ambos imputados. Y emputados, que son situaciones compatibles e incluso conexas. Las revelaciones ahora conocidas de la operación Góndola deberían llevar a los adalides del periodismo creativo a ejecutar este ejercicio con al menos tres ediciones completas. Mucho ánimo, compañeros.