Ya empieza a palparse cierta sensación de transitoriedad en la Autoridad Portuaria de Las Palmas, y no precisamente porque su presidente y sus mariachis no traten por todos los medios de transmitir lo contrario. Pero lo que es, es. Se toma su tiempo Puertos del Estado (Fomento) a la hora de nombrar a sus cinco representantes, lo que genera cierto desasosiego en algunos sectores portuarios que ignoran que esas ausencias no suponen que desde el ministerio no estén atentos a la jugada. La Inspección General de Servicios del Estado ya está manos a la obra, y día que pasa, enredina que se amplifica, y más gracioso será el desenlace. Pero, además de los representantes ministeriales, al consejo de administración del Puerto le faltan los representantes empresariales, el vicepresidente (o vicepresidenta, conste) y que nos manden a nosotros las notas de prensa, que doña Teresa Cruz nos ningunea y éso está muy feo. Sobre todo si cobra del erario público, como es el caso.