Algunos sindicalistas emplearon a la perfección las herramientas a su alcance para intentar alcanzar el éxito total de la huelga general de este miércoles. Por ejemplo, tanto Comisiones Obreras como UGT lanzaron desde el lunes un desafortunado aviso a los padres y madres para que no enviaran a sus hijos a los colegios, alegando posibles problemas de seguridad y/o desatenciones básicas. Las estadísticas conocidas este mismo miércoles arrojaron como resultado que el verdadero peligro no estaba en los centros públicos, sino entre determinados dirigentes sindicales que se extralimitaron en sus funciones informativas. Porque, tomando como referencia una zona de Las Palmas de Gran Canaria, la de Guanarteme-La Minilla, con trece colegios públicos, nos hemos encontrado con un seguimiento de la huelga por parte del profesorado del 5%, frente a un absentismo escolar del 80%. Hubo incluso un centro que registró un cien por cien de normalidad, lo que contradijo de parte a parte los alarmistas presagios de las centrales sindicales.