Se coge más pronto a un mentiroso que a un cojo, y pongan cada uno de esos atributos a los siguientes personajes del cuento que vamos a relatarles. Pocas horas después de conocerse la imputación de dos dirigentes peperas por la operación Catis, Soria reunía al comité insular del PP tinerfeño, al término del cual el presidente regional de ese partido declaró que, aunque no se había tratado el asunto, él conocía la versión de una de las detenidas, María de Haro, a través de una conversación telefónica que sostuvo con ella. Fue entonces cuando se quejó nuevamente del denigrante trato que reciben los imputados de su partido y cuando culpó a la Guardia Civil de estar actuando en clave puramente electoral. Pues bien, en la entrevista a la Cope de La Palma, Manolo Fernández repite algunas de esas consignas pero cuenta que, al contrario de lo dicho por su jefe Soria, el asunto sí se trató dentro del comité insular de Tenerife, del que forma parte María Haro, “que nos contó con detalle todo lo que le pasó”.