Luego no vengan a decir que no se lo advertimos, que no todos en las listas son maestros con tirria al pizarrín o descamisados con graves problemas de reinserción social; o advenedizos u oportunistas que, como aquellos zaplanas de los años noventa, acceden a la política para forrarse. Hay gente seria, de eso estamos seguros, con arraigados valores morales, con capacidad de trabajo y ganas de arrimar el hombro. Los hay con o sin titulación superior, los hay que ponen en cuarentena su trayectoria profesional, cierran sus despachos o abren un paréntesis en su actividad cotidiana para prestar un servicio a la colectividad. Auténticos profesionales que creen que se pueden cambiar un poco las cosas para hacerlas mejor, que están capacitados para hacer más felices a sus conciudadanos y pasar a la posteridad como hombres y mujeres bueno. Luego están los profesionales enormes, profesionales con c de casa, que encargan la cartelería electoral y dictan los textos por teléfono al amigote de la imprenta, que a su vez traslada el pedido a un oficial de segunda que, deprisa y corriendo, teclea “D. Sergio Lloret López, ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Desempeña su actividad profecional en el sector de la consultoría...” Y el profecional salta a esta sección tan puñetera para acabar siendo más conocido de lo previsto: es el candidato de Asambleas Municipales de Fuerteventura (AMF) a la presidencia del Cabildo de esa isla. Le deseamos lo más mejor.