No parece que tenga vocación para la tranquilidad política el municipio de Mogán, que acaba de terminar de salir de una convulsa moción de censura para adentrarse, casi sin solución de continuidad, en un meneíto electoral que promete estar sabroso. Ahora ha saltado nuevamente a la palestra por los problemas surgidos con la ampliación de la autopista GC-1, uno de los asuntos que más preocupa a sus vecinos, a sus políticos y a los empresarios que operan en la zona. Pero al abrigo de la polémica por la carretera, siempre hay quienes dan su opinión, quienes dan la opinión de otros y quienes, sencillamente, no saben pero opinan, con lo que ya tenemos el lío montado. Era sencilla la cuestión: Fernando González, consejero de Política Territorial, ha abierto una caja bastante apandorada al no aceptar el convenio que, sobre el trazado de esa carretera a la altura del barranco del Lechugal, le ofrecían en Mogán. Lo demás se lo contamos a continuación.