El IAC considera que la lluvia de Gemínidas de diciembre será más espectacular que las Perseidas de agosto

Las Gemínidas desde el Observatorio del Teide.

Canarias Ahora

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La lluvia de meteoros de las Gemínidas de diciembre tendrá su pico de actividad en la madrugada del 13 al 14 de diciembre y aunque menos célebres que las Perseidas de agosto, “pueden superarlas en espectacularidad por ser más brillantes, numerosas y moverse más despacio, permitiendo disfrutarlas durante más tiempo, según ha explicado en una nota el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

El centro español de investigación ha detallado que el máximo de actividad está previsto cerca de las 08:00 horas del 14 de diciembre pero al ser ya de día el mejor momento para disfrutarlas será la noche del 13 de diciembre, en concreto entre la 01:00 y las 3:00 horas de la madrugada (hora canaria)

En esas horas, se garantiza la oscuridad total, y Géminis, estará suficientemente elevado para tener un excelente ángulo de observación. En condiciones ideales, se podrían avistar alrededor de 150 meteoros por hora, superando en un 50% el promedio de las Perseidas.

Según señala el IAC, el enemigo de la observación de meteoros es la luz de la Luna pero, “afortunadamente”, este año, estará en fase de cuarto menguante y no aparecerá en el cielo hasta alrededor de las 3:00 de la madrugada.

El radiante de la lluvia, en la constelación de Géminis hace su aparición alrededor de las 20:00 horas, así que, poco a poco, irán apareciendo meteoros a partir de ese momento.

El IAC indica que el origen de las Gemínidas es lo que las convierte en una lluvia de estrellas “verdaderamente única”. A diferencia de la mayoría de las lluvias de meteoros, que provienen de cometas, las Gemínidas se originan a partir de un asteroide: el (3200) Faetón.

Este objeto, de unos 5 a 6 kilómetros de diámetro, es catalogado como un objeto híbrido, que presenta características tanto de cometa como de asteroide. Faetón tiene una órbita que lo acerca considerablemente al Sol (en su perihelio), que cada vez que esto ocurre (su período orbital es de 523 días), el intenso calor provoca que su superficie desprenda polvo y pequeños fragmentos.

Estos fragmentos quedan distribuidos a lo largo de su trayectoria. Cada mes de diciembre, la Tierra atraviesa esta estela de partículas, las cuales se desintegran al entrar en la atmósfera terrestre, generando la impresionante lluvia de meteoros.

Por último, el IAC destaca que, a pesar de su clasificación como Objeto Potencialmente Peligroso debido a la proximidad de su órbita con la terrestre, los cálculos de su trayectoria son precisos y no existe ningún riesgo de colisión con la Tierra en los próximos siglos.

“La única interacción que tenemos con Faetón es el polvo que nos regala para este espectáculo anual”, conluye la nota.

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