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El poeta Miguel Martorell registra el declive del amor en 'Autócratas'

MADRID, 8 (EUROPA PRESS)

El poeta Miguel Martorell (Palma de Mallorca, 1982) registra la concepción, el desarrollo y el declive del amor en su primer libro, 'Autócratas' (Evohé Desván), donde bucea en la vida de una pareja en tres actos, desde la resistencia inicial a la rendición, desde los primeros rencores al punto final, pasando por la unión de dos autarquías.

“Dos personas se convierten en autócratas / cuando son las únicas dos / que se encuentran en un mismo universo / Este puede ser el amor / o una simple burbuja / En cualquier caso, ambas son responsables / del éxito o el fracaso de ese microcosmos”. Así termina el prólogo del libro, donde el autor da las primeras claves para sumergirse en una historia de amor entre dos seres ferozmente independientes, que defienden su territorio, y sus fracasos sentimentales, como si fueran sus únicas posesiones. Todo ello, con el sexo como nudo inexcusable.

En la primera entrevista de su vida, el autor contesta entre calada y calada y el cigarrillo se consume rápidamente. “En el amor, al principio, parece que solo existe el 'tú' y el 'yo'. Muchas veces digo que el amor, al compartirlo con otra persona, lo que hace es convertirte a ti en dos personas a la vez. Piensas por dos personas, y, cuando te ves solo, te desprendes de una parte y te das cuenta de que lo que queda es tu 'yo' al desnudo y también un 'yo' construido sobre la otra persona. Quería reflejar ese aprendizaje, ese darte cuenta de que, cuando pierdes a la otra persona, estás tú solo y aprendes a mirarte de otra manera”, ha explicado Miguel Martorell.

El autor, que sobrevive del periodismo, ha seleccionado sus mejores poemas para construir esta historia de amor fugaz, relacionando las composiciones a la manera de la narrativa clásica (presentación-nudo-desenlace). En 'Autócratas', aún tienen cabida sus primeros textos, que, en muchos de los casos, han pasado por el tamiz de la distancia.

“Con la poesía empecé muy jovencito, lo que pasa es que, claro, a lo mejor empecé con 13 años, y había mucho de ese material que no era aprovechable. Con esa edad, te expresas de una manera y con una visceralidad que luego, con distancia, te parece muy pueril. También hay versos que escribí a los 16 y que aún me gustan. Alguno lo recuperé a los 27, le di un par de vueltas y el poema creció de otra manera. Es un poco revisitarse a uno mismo”, expone a Europa Press.

LOS REFERENTES Y LA POSMODERNIDAD

A lo largo del poemario, el autor desliza referencias líricas y exotéricas, “picando” acá y allá con la posmodernidad como pretexto. “Entre mis referentes, hay un poco de todo. A la hora de escribir, no te sabría señalar ningún referente en concreto. No te podría dar nombres de poetas concretos, porque todo va por épocas. Empecé a acercarme de muy pequeñito a Bécquer, y luego descubrí a Benedetti, a Cernuda... Va por épocas, ¿no? Yo creo que la poesía surge a partir de un visión personal de la realidad, y en la realidad hay música, hay prosa, hay verso. No tengo un referente claro, en ese sentido soy un poco hijo de esta posmodernidad que nos permite picar en todas partes y hacer un conglomerado de todas las influencias”, precisa.

Así se explica la convivencia de 'El beso', de Rodin, con la red social 'Facebook', de Zuckerberg; o el aliento de Bukowski con el muro de Roger Waters. Entremedias, se desliza una urgencia inevitable, el sexo como elemento “indispensable” del “amor real”.

“El sexo es una parte del amor, y yo diría que es una parte indispensable del amor. De un amor real, ¿no? Si nos ponemos en un amor platónico, idílico, de las grandes historias, pues no sé. Ahí tenemos a Bécquer, que parecía inmaculado en todas sus relaciones, pero yo creo que el sexo no se puede descartar del amor. Si descartas el sexo del amor, el amor no es real”, subraya el poeta mallorquín.

EL “VÉRTIGO” DE LA PRIMERA PERSONA

Cuestionado por su implicación en el poemario, y por el peso de la primera persona del singular, Martorell confiesa su temor a la exposición, a que el lector le identifique totalmente con sus textos. “Es cierto que, en la poesía, es mucho más difícil camuflar tus experiencias. Es mucho más visceral, mucho más a tumba abierta, y da un poco de vértigo que te vayan a identificar totalmente con todo eso. Aun así, siempre intentas añadir una parte, si no de ficción, de otras realidades que no son solo las tuyas, porque también son muy importantes. Hay varios poemas que surgieron a partir de experiencias de gente de mi entorno, pero es indudable que una parte de mí se ha ido en este libro”, concluye Martorell, que enciende otro cigarro.

Según informa la editorial, 'Autócratas' cuenta con su propio espacio en Facebook (www.facebook.com/autocratas). Asimismo, estará disponible en formato físico en librerías (48 páginas) y en formato digital (pdf y Epub) en el sitio 'web' www.evohedigital.com.

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