El artista de una sola espiral, de una sola escultura

Martín Chirino nació el 1 de marzo de 1925 en Las Palmas de Gran Canaria y su obra ha hecho que sea reconocido como uno de los escultores españoles más importantes de las últimas décadas. El arte abstracto es el estilo en el que se enmarca su obra y el hierro el principal material empleado por el canario.

El escultor comenzó sus estudios artísticos en la Academia del escultor Manuel Ramas en 1944 y, aunque llegó a matricularse en Filosofía y Letras, abandonó esos estudios para llegar a la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, Madrid, donde se tituló. Comenzó a viajar a París y Londres, donde amplió su formación en la School of Fine Arts.

Chirino fue uno de los protagonistas en la renovación de los lenguajes plásticos después de la guerra. Su incorporación en 1958 al grupo El Paso, integrado por Antonio Saura, Manolo Millares o Rafael Canogar entre otros, coincide con el surgimiento de un arte enraizado en la tradición española, desde una actitud crítica con la situación político social.

Durante estos años encontró el que sería el motivo alegórico de toda su carrera: La Espiral, el Viento como resultado de su reflexión sobre la iconografía prehispánica y el legado de su cultura.

Desde entonces ha trabajado siempre “apasionado por lo que hacía”, en sus espirales, sus vientos solanos, afrocanes y aeróvoros, en su empeño de “conseguir que el hierro quiera definir lo sublime”. Decía que en su trabajo no hay esculturas de antes y de ahora, era continuo y repetía que es artista de una sola espiral, de una sola escultura.

“Mi vida ha sido una obra continua, es mi pasión y mi fortaleza”

Fue responsable, entre otros trabajos, de esculpir uno de los conjuntos escultóricos del Valle de los Caídos o la escultura que se encuentra en la sede del Parlamento de Canarias, en Santa Cruz de Tenerife. En Las Palmas de Gran Canaria, su ciudad natal, también ha dejado huella. La figura de Lady Harimaguada, en la Avenida Marítima de la capital o la que se encuentra en la confluencia de la calle Mayor de Triana con el Parque San Telmo.

Hace cuatro años se inauguró en el Castillo de la Luz de la capital grancanaria la fundación que lleva su nombre. Un espacio museístico con 25 obras del escultor que son parte de la exposición de forma permanente.

El artista grancanario ha sido galardonado, entre otros, con el Premio Internacional de Escultura de la Bienal de Budapest, el Premio Nacional de Artes Plásticas, el Premio Canarias de Artes Plásticas o el Premio Nacional de Escultura de la CEOE. Fue el creador del Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas de Gran Canaria, el CAAM, en 1991, y encabezó la Junta Directiva que recuperó el Círculo de Bellas Artes de Madrid tras el franquismo (1982).