'La casa de Bernarda Alba' llega al Cuyás con el cartel de 'no hay entradas'
Con el cartel de agotadas las localidades llega este fin de semana al escenario del Teatro Cuyás el clásico de García Lorca, La casa de Bernarda Alba, un montaje que dirige Amelia Ochandiano, cuyo reparto, encabezado por las veteranas María Galiana, Margarita Lozano y Concha Hidalgo, está compuesto íntegramente por mujeres. Según Ochandiano, el mencionado drama “es uno de los cinco títulos de la literatura española del siglo pasado más importantes”.
“Es una obra maestra y posee un lenguaje que el público agradece”. La obra, que se mantiene en cartel del 13 al 15 de abril, sigue palpando -según actriz la joven Ruth Gabriel- “la situación de despropiación que aún viven las mujeres, aunque en el montaje se percibe de una manera más sórdida con respecto a la que podemos vivir las mujeres del siglo XXI en un país civilizado. Sabemos que en familias retrógradas se viven situaciones similares a las que denuncia Lorca en este texto. El machismo se trasluce en la obra, y el público sale conmocionado por el final de la obra”, señala Gabriel.
Amelia Ochandiano además añade que el público se identifica con varios de los personajes de la obra, “aunque quizás más con Adela, que representa la ruptura y el grito de libertad de los oprimidos. Gracias a esas Adelas estamos nosotras aquí”. Para Ochandiano, Lorca tenía un lenguaje único y una carpintería teatral maravillosa. En esta obra se refiere a un personaje causante de toda la trama ?Pepe el Romano-, que nunca se ve pero que el espectador se imagina. Eso es moderno. Casi toda su producción teatral se la planteó para atraer al público al teatro“.
Para la directora, el teatro “es un trabajo colectivo y de comunicación. Las diez actrices del reparto son muy diferentes, y mi trabajo ha estado en la cocina ligando todos los sabores, la química y la técnica. Cada actriz hace crecer luego un personaje”. La obra se estrenó hace un año “pero sigue viva y descubriéndose”, puntualiza Ruth Gabriel. “Siempre hay cosas por descubrir, y los textos cuando son buenos, son inagotables”, dice.
“Fuera del mercado”
La directora explica que “los números del teatro en España son patéticos, y las productoras se plantean hacer por ello un teatro más comercial o menos complicado desde el punto de vista de la producción. Generas trabajo pero recuperas poco para seguir produciendo. Con este montaje estamos fuera de mercado, por ejemplo. El teatro es de las pocas cosas artesanales que quedan”, se lamentó.
“En España durante el franquismo la obra no pudo escenificarse. Fue en 1945 en Argentina cuando se estrenó La casa de Bernarda Alba. La familia del poeta tampoco quiso que el texto se representara mientras Franco estuviera vivo. No ha pasado ni tanto tiempo ni la hemos visto tantas veces”, comenta Concha Hidalgo, otra de las actrices de la obra. “Lorca es uno de los autores mundiales más importante del siglo pasado. Esta obra la tenía que haber producido el Centro Dramático Nacional”.
Esta cruda historia se desarrolla en tres actos a partir de la muerte del marido de Bernarda Alba, quien decreta ocho años de luto para ella y sus cinco hijas. Durante este largo periodo ninguna podrá apenas salir a la calle, debiendo vestir de riguroso negro.
Ocho años, que para la mayoría de ellas, coinciden con sus años de plena juventud y de esperanza. La represión y los convencionalismos pueden más que el discurrir natural de la vida, y la progresión dramática del conflicto enquistado entre las hermanas provocará la tragedia inevitable en una casa que volverá a teñirse de luto. La escenografía del montaje ?diseñada por Ana Garay- es sencilla y combina la simplicidad del minimalismo con el sabor de lo rural, pero juega con elementos sugerentes que proporcionan al público claves metafóricas del mundo interior irrespirable que viven los personajes de la casa.