Cheikh Lô, el 'embajador de la música africana', promete dar lo mejor de sí
Cheikh Lô, considerado heredero del gran músico senegalés Yossou N'Dour, hará este martes de embajador de la música africana con una “panorámica” a través de sus cuatro discos publicados hasta la fecha, en los que se entremezclan los sonidos de su país natal, Burkina Faso, con estilos como el reggae o el funk. La cita será a las 21.00 horas en la Plaza de Santa Ana de Las Palmas de Gran Canaria.
“Gracias por lo de embajador, pero todos los músicos, no sólo yo, deberían estar al corriente de que aquí hay muchos embajadores y que podríamos aprovechar la oportunidad para actuar”, respondió un modesto Lô durante la rueda de prensa anterior al concierto.
El músico africano destacó “el calor del público canario”, calor que compara con el que siente en su propio continente, y que se refleja “en la entrega y el espíritu abierto para compartir distintos sonidos”.
Así, asegura que ofrecerá lo mejor de sí y que su banda se pondrá “nostálgica” repasando lo mejor de su discografía, eso sí, con especial hincapié en su último disco, Lamp Fall, del que se dice es su disco más reflexivo y donde se incorporan nuevos ritmos como el upbeat brasileño, groove senegalés y su característico funky.
Lô vendrá acompañado de Baye Mahanta Diop a la guitarra, Arona Barry al teclado, Samba N'Dokh N'Diaye a la percusión, Daouda N'Diaye a la batería y Thierno Sarr al bajo. Antes que él, también actuarán Babacar Dieng & Diengoz, una mezla de voces, danza y percusiones africanas con frenéticos espectáculos de la familia senegalesa Dieng.
Casa de África
El artista participa de esta manera entre los actos de inauguración de la Casa de África, una iniciativa que considera “muy positiva” no sólo desde el punto de vista que le compete, el artístico y cultura, sino precisamente por la voluntad de “englobar toda la realidad africana” y acercarla a la sociedad civil española.
“Es una buena noticia que se incorporen todo tipo de Casas, como la Americana o ésta y, si hace falta, hasta una Casa Antártica”, concluyó entre sonrisas.