Un canto a la esperanza: 'Viva la libertà'
Esta película le va a encantar a Pablo Iglesias. ¿Quién dijo que la izquierda del sur de Europa no podía salir de su crisis estructural? Sólo hace falta estar un poco loco y ponerle pasión a la “cosa pública”. Magnífica obra maestra del director italiano Roberto Andò, demostrando astucia a la hora de darle el peso de la interpretación al actor Toni Servillo que una vez más está sublime. Le vimos hace poco en España gracias al film La gran belleza, tal vez su éxito en nuestro país hizo que un año después de su estreno llegara a España Viva la libertà.
Se trata de una película divertida pero no es una comedia. Es el drama del mundo actual, es la crisis de la confianza en los políticos del mundo en general y de la casta política de Italia en particular. Pero ¿qué tienen en común todas las castas políticas de Europa?; el ascenso de una derecha despiadada y una izquierda en la oposición que no reacciona. Ante este bloqueo, un líder de la oposición profundamente deprimido, Enrico Oliveri, decide huir. La solución a este conflicto se resuelve sustituyéndolo por su hermano gemelo, Giovanni, enfermo bipolar y loco casi de atar. Es muy agradecido el juego de los gemelos en el cine, la complicidad que se genera con el espectador es casi mágica y Servillo se divierte interpretando esta dicotomía y nos divierte a los espectadores.
Hay que estar loco para ser un buen político
Hay guiños entrañables a lo largo de la cinta a grandes películas de la historia del cine. El protagonista tiene una extraña reunión con el presidente de Italia en “la sala de los mapas mundi” y literalmente se ponen a jugar al escondite tras los gigantescos globos terráqueos asemejándose a aquella mítica escena de El Gran Dictador de Charles Chaplin donde un líder autoritario y desquiciado juega con la tierra haciéndola saltar por los aires. No es lo más extravagante que encontraremos en la película, nuestro sustituto acaba ablandando el corazón de la canciller de hielo de Alemania y bailando con ella un tango para más gloria de Europa.
Un discurso de película
A una película italiana de política no puede faltarle un discurso apasionado, pronunciado en el corazón de Roma, ciudad que un día viera nacer este oficio hoy tan desprestigiado. Allí el gemelo loco devuelve la esperanza a un pueblo roto recitando un poema. ¡Más pasión y menos reuniones de partido! Es el mensaje que nos deja en España esta película. Esta España del sur tan desangelada, que aún espera un milagro o a un hermano gemelo de Rubalcaba que venga y nos diga:
“Yo estoy aquí para hacer que mañana no se diga: ¡Los tiempos eran oscuros porque ellos han callado!”