Easy-S: “En Canarias, importa más la calidad de la música y los códigos que los números”
Easy-S es un artista malagueño considerado por muchos como uno de los mejores raperos de España. Compagina su carrera individual con su presencia en el colectivo Space Hammurabi. Tras un tiempo sin lanzar música en solitario, hace poco volvió para enfocarse en su segundo álbum de estudio.
Los comienzos en la música, en ocasiones, no son nada fáciles y llevan una historia particular detrás. ¿Cómo fueron tus inicios? ¿Cómo nace Easy-S?
Mis comienzos en la música no fueron difíciles, de hecho, recuerdo esos momentos como una de las etapas más estimulantes de mi vida. Éramos un grupo de chavales de distintas zonas a los que nos aburría el instituto y quedábamos para improvisar y compartir cosas que habíamos escrito mientras bebíamos cerveza.
La historia de los raperos siempre tiene que ver con que escapan de una “trampa” de grupos desestructurados y barrios marginales. No es mi caso. Yo vengo de una familia de currantes que se han partido el lomo para que a mí y a mis hermanos no nos faltara lo básico. Nunca tuvimos lujos, marcas, ni viajes, pero nunca faltó un plato en la mesa.
Nuestra “trampa” como adolescentes era otra. Tenía que ver más con estudiar, obligatoriamente, algo que no quieres estudiar para trabajar en aquello que no deseas. Todo ello para pagar facturas, para quedarte con 100 euros a final de mes y sentirte como un esclavo. Al fin y al cabo, nos pusimos a rapear para evadirnos de esa “trampa”.
A la hora de crear un tema, cada artista mantiene su propia rutina musical. ¿Cómo elaboras una canción de principio a fin? ¿Cómo es, en tu caso, ese proceso?
Soy de los artistas que pasan mucho tiempo en el estudio. Creo en la dedicación más que en el talento. Eso me lleva a tener una rutina en la que todo gira alrededor de hacer música.
Entonces, mi proceso es muy sencillo. Se basa únicamente en ir al estudio todas las veces que pueda a la semana e intentar que salga algo, lo que sea. En ocasiones, sale una canción completa y, a veces, un tarareo que guardo para el futuro.
Hace poco lanzaste tu nueva canción, On My Way. En ella, comienzas a dar tus primeros pasos hacia tu segundo álbum de estudio. ¿Tienes alguna idea o concepto de tu futuro disco? ¿Qué podemos esperar de tus próximos temas a nivel musical y lírico?
Es mejor no esperar nada porque soy muy visceral cuando se trata de crear, pero tengo claro que quiero hacer mucho hincapié en la producción. Aspiro a que todo lo que suelte en ese álbum retumbe y tenga peso. El 808 va a tener más protagonismo que nunca en mi carrera porque así es como me siento.
Ahora mismo, estoy en una etapa en la que solo me apetece romper cosas. Cuando quiebras algo se libera una energía increíble. Eso es lo que quiero que la gente capte para motivarse en su día a día.
En el tema de On My Way dejas claro que vas camino de cumplir tus metas y que no piensas dejar que nada ni nadie te detenga. ¿Cuál es tu mentalidad ahora mismo? ¿Cuáles son las metas a las que te gustaría llegar?
Mi mentalidad, ahora mismo, es pillar dinero de la música para comprar inmuebles o activos que me generen el suficiente revenue como para hacer proyectos artísticos más ambiciosos de los que desarrollo actualmente. En el camino, también me encantaría ayudar a gente cuyo talento me llame la atención, pero para eso tengo que tener unas bases sólidas. No quiero venderle humo a nadie.
Este verano, lanzaste un par de colaboraciones. Una con Israel B, Gangsta Party y otra con Antony Z, London. ¿Cómo surgen? ¿Qué es lo que más valoras en alguien a la hora de colaborar juntos?
Con Antony surge por casualidad. Todo viene de una demo que escuché en el ordenador de Alegaren. Siempre he tenido buena relación con él, me parece un chaval genial y tiene un talentazo brutal. Es de las mejores personas que conozco dentro del mundillo. Es franco, cuida su producto y no tiene miedo a apostar por lo suyo.
Con Israel fue distinto. A mí siempre me llamó la atención desde que tenía su grupo, Takers. Continuamente, lo he visto como un rapero de verdad que dice lo que le apetece cuando le apetece. Tiene carácter y, cuando algo no le gusta, lo dice. Eso parece una estupidez, pero en los tiempos que corren de “bienquedaos”, donde nadie quiere ser cancelado, las personas como Israel son importantes. Luego, a nivel personal es un fenómeno. Lo que más me gusta de él es que es muy inteligente, aunque no quiera parecerlo.
Hace un tiempo que colaboraste con artistas de las Islas Canarias como Abhir Hathi, Kharma o Cruz Cafuné. ¿Qué opinas del movimiento en las Islas? ¿Cuál es tu visión de la escena musical canaria?
Con las Islas tengo algo muy especial. Son muy parecidos a como somos en Málaga o en Cádiz, por eso congeniamos tanto dentro de un estudio. En Canarias importa más la calidad de la música y los códigos que los números, por eso los hacen, aunque suene paradójico.
Los tiempos avanzan en general, también en la música. En ese sentido, el rap ha ido adquiriendo una nueva esencia, manteniendo siempre la original. ¿Cómo ves el panorama actualmente? ¿En qué crees que ha mejorado y/o empeorado la escena del país?
La escena en España es brutal. En este país, hay muchos palos diferentes y todos son muy ricos en estilo y contenido. En otros países, como Puerto Rico, parece que fueran especialistas en un género en concreto. Aquí no. Aquí hay gente que mira para América, otra para Europa, otra para la España más castiza y otros que van a su estilo súper personal. Misteriosamente, todos tienen su público y funcionan a su manera. Eso es genial.
De cara al futuro y cada vez más enfocado en tus metas. ¿Qué podemos esperar de Easy-S?
Es difícil la pregunta. No lo sé. Voy hacia donde me lleve una ética de trabajo consistente como la que tengo ahora. Donde sea que eso me lleve, lo abrazaré con gusto.
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