La portada de mañana
Acceder
Sánchez busca romper la unidad del PP para reformar la financiación autonómica
La Fiscalía pide la declaración del marido de la número tres de Ayuso y otro testigo
Opinión - Así se desmonta un bulo de Vox en directo. Por Raquel Ejerique

La feminidad de Oumou Sangaré da voz a la fiesta multicultural del Womad

La cantante maliense Oumou Sangaré durante el concierto que ofrece en el Festival Womad.

EFE

Las Palmas de Gran Canaria —

0

El Womad ha vuelto a hacer de la mezcla de culturas un cóctel ganador en la noche de este viernes, con la participación de ocho artistas de distintos lugares del mundo que han sumergido a Las Palmas de Gran Canaria en un viaje musical desde el folk escocés hasta la tradición marroquí, la psicodelia country, la electrónica mestiza y la feminidad de la maliense Oumou Sangaré.

La diva de la música de Mali, que repetía en el Womad tras su paso en 2009, se apoderó del festival cumplida la medianoche.

En su idioma natal y con la potente voz que la ha llevado a girar por todo el planeta, la defensora de los derechos de la mujer en África llegaba con un ritmo más festivo y moderno que en otras ocasiones, acompañada de un séquito variado y mestizo.

La embajadora de buena voluntad de la FAO y Premio Grammy arrancó desde su garganta sus mejores letras, reivindicando su papel de voz “wassoulou” por excelencia.

Antes llegar al punto álgido de esta segunda jornada de conciertos, el Womad dio lectura a su tradicional manifiesto, que este año ha llamado a comprometerse en una batalla contra el cambio climático y a “arrimar el hombro” por los pueblos más débiles y los inmigrantes que intentan llegar a Europa.

El pregón de la gran cita de las músicas del mundo llegó a “esta ciudad Womad abierta al mundo” para celebrar con sonidos, arte y danza “un canto a favor del planeta”, que “con toda intensidad” arrancó con el verseador canario Yeray Rodríguez.

Esta intensidad se instaló con los primeros acordes del segundo día del Womad, en el que correspondió romper el hielo al grupo grancanario Chateau Rouge en el escenario principal.

El rock sureño, mestizo y cajún de Nueva Orleans fue recorriendo las propuestas de los canarios, que movían la ficha del nuevo folk americano. Con sello isleño, el country experimental del cuarteto Chateau Rouge llegó con fuerza, gritos, psicodelia, “slides”, líneas de bajo y golpes de batería, pisando fuerte en el festival.

El escenario Baoulevard llamó a los asistentes a un paseo por las instalaciones del parque de Santa Catalina, junto a Julia Botanz y su alter ego “Ida Susal” junto a un cuarteto instrumental. Con letras festivas, un ritmo pegadizo y unas líricas profundas, la artista tinerfeña cuajó un concierto que contagió al público de la capital grancanaria, un “rebaño liberado”, como verseó la vocalista.

Con una mezcla llena de energía, el sintir (o guembri) de Maalem Hamid El Kasri marcó el ritmo del tercer concierto de la jornada, entre palmas coordinadas y las voces profundas de un coro de cuatro músicos venidos desde Marruecos.

Sus ritmos tradicionales contagiaron al público del parque de Santa Catalina, que con saltos colocó la multiculturalidad del Womad como estrella, envuelta en una fiesta norteafricana a base de percusión e instrumentos de tres cuerdas.

Una guitarra, una concertina y un violín fueros los únicos elementos que necesitaron los escoceses de Talisk para hacer vibrar a la ciudad, con un trío musical sencillo que sonaba a folk irlandés, en una mezcla atractiva y llamativa.

Los jóvenes artistas fueron una de las sorpresas de la jornada, con una fusión ágil y fresca que ya les ha hecho merecedores de múltiples premios en todo el mundo.

Acto seguido aterrizó en el parque de Santa Catalina la propuesta vibrante de Delgres, un trío de origen francés cuyo blues antillano insufló energía a un público que no escatimó a su festín musical.

Les siguió la multitudinaria banda del extremeño Gecko Turner, apuesta nacional de la programación de viernes, que presentó los grandes éxitos de su último recopilatorio “Soniquete”.

Con una llamada al baile ecléctica y muy funk, los ritmos bailables del paceño se combinaron con ingeniosas letras.

Tras la cita con Oumou Sangaré, la noche quedó en manos de la electrónica de Indian Man y de su repertorio de fusiones desde todos los rincones del planeta, que mezcló con la música tradicional india de su país natal. “Garage”, hip hop y “bhangra” despidieron la jornada, que volverá mañana con más Womad y una decena de artistas.

Etiquetas
stats