Juan José Ballesta, orgulloso de ser un “héroe español y catalán” en 'Bruc. El desafío'
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El actor Juan José Ballesta afirma que “solo tiene recuerdos de cine”, ya que “ha crecido con él” y es lo que se le da bien. El protagonista de 'El Bola' protagoniza el filme 'Bruc. El desafío', dirigida por Daniel Benmayor y que se estrena este miércoles en la cartelera española.
La acción, el presupuesto y la historia animaron al joven actor a involucrarse en este proyecto. Aunque al principio no había oído hablar “ni del Bruc ni del tamborilero”, le llamó la atención que, al contrario de lo que ocurre en la mayoría de las películas que hay en el cine, el héroe no era americano, sino español. “Además, catalán, así que a nivel nacional creo que es un peliculón”, subraya.
Según explica Ballesta, en declaraciones a Europa Press, en esta ocasión interpreta a un chico que de un día para otro se convierte en un héroe y, “sin comerlo ni beberlo”, se ve involucrado en una persecución por parte de los cinco mejores hombres de Napoleón, quienes lo buscaran para cortarle la cabeza.
Aquí, como en la película 'Entre lobos', estrenada apenas un mes, Ballesta interpreta a un “superviviente”, y así se siente en la vida real, ya que, “tal y como están las cosas en el cine español, estoy haciendo proyectos interesantes y buenos”. “Muchos amigos me piden a veces algún papel para ellos. Al menos yo siempre tengo algún trabajo”, señala.
Ballesta no recuerda su primer día en el mundo del cine o cuándo comenzó en esto, pero sabe que es lo que se le da bien, y si no se hubiese dedicado a esto sería “albañil”. “Tendría una empresa de reformas porque me gusta mucho la obra. Cuando tengo ratos libres hago mis chapuzas en casa”, explica.
Sin embargo, sí recuerda alguna de sus primeras anécdotas cuando hizo el casting para 'El Bola'. Lo primero que le dijo Achero Mañas fue: “insúltame”. Después, le dio el guión: “Guárdalo porque tú ya estás escogido, tú vas a ser el Bola”. “Quién me diría a mí que después de esto me iban a llover tantas cosas”, señala.
Aunque nunca ha descartado la televisión, afirma que “lo incómodo de trabajar en ella es la popularidad y no poder salir a la calle”, algo que “te quema mucho”. “Todo el mundo me conoce, sabe que soy el Bola y que he ganado un Goya pero, tras el primer capítulo de Hispania, no podía hacer la compra tranquilo”, lamenta.
TRABAJAR CON “LOS MEJORES”
Cuando finalice el rodaje de esta serie y termine la promoción de Bruc, afirma que quiere empezar a perfeccionar su inglés con un “coach”, probablemente en mayo de 2011, para instalarse en Estados Unidos. “Con las perrillas que tengo ahorradas de la serie pretendo ir allí a perfeccionar el inglés e intentar hacer algún papelito. Me gustaría trabajar con los mejores, como a cualquier actor”, indica Ballesta.
Por su parte, el director de 'Bruc. El desafío' ha explicado que desde un principio pensó en Juan José Ballesta como protagonista de la película, porque reúne las características del héroe al que interpreta. “Tiene una mirada muy íntima y a la vez es enérgico, cualquiera no se pone delante de él”, describe Benmayor.
Se estrena con 300 copias en toda España y se ha grabado en español, francés y catalán, con el objetivo de atraer al mayor número de espectadores al cine. A pesar de tener que ser doblada --“es el peaje que hay que pagar”--, afirma lo importante, por encima de los diálogos, es la “sensibilidad de los gestos” que se aprecia en sus protagonistas.
Además, el filme ya se ha presentado en Reino Unido y llegará a Francia en breve. “Los ingleses están encantados, porque los franceses salen perdiendo”, bromea. En este sentido, señala que, a pesar de usar la ficción como herramienta, los hechos fueron “reales” y las frases de Napoleón que aparecen también.
Rodada en sitios “bastante inaccesibles” de la geografía catalana, donde el paisaje pudiera recrear los enfrentamientos entre españoles y franceses, el mayor reto fue la “logística y sacrificio personal de todo el equipo” para acceder a esos parajes, según explica el director. “El catering se cambió por el picnic y cada uno tenía que llevar el suyo”, indica.