La música que hace bailar al mundo
Llegó solo 45 minutos antes de la actuación tras perder su vuelo desde Ibiza, pero subió a las mesas de mezclas como si estar ante 13.000 personas fuera su pan de cada día. Se tomó unos segundos para comprobarlo todo, los platos, los cascos, el micro. Una luz le enfocó, levantó los brazos ante el rugido del público y los acordes electrónicos tronaron en el estadio de fútbol. Era casi la una de la madrugada y David Guetta, el francés de moda, estaba allí. Melena rubia, 43 años, uno de los artistas más cotizados del planeta. El único dj que cuenta al mismo tiempo con la confianza de Black Eyed Peas, Rihanna y Beyonce miraba a la masa sonriente. “¡Hey, estoy muy contento de estar en Tenerife!”, dijo. Pinchó superéxitos como I Gotta Feeling, When Love Takes Over, Who's that chick, Memories, Sexy Bitch,When Them Girls At y un puñado más de temas que copan buena parte del panorama musical del momento. Ocurrió en el Arona Summer Festival, al sur de la isla, el pasado sábado 13 de agosto.
Quizá fue posible por el esfuerzo que los dj de música electrónica han hecho en los últimos años para distanciarse de los clichés que los acompañaban, como el que les vinculaba inexorablemente a los after hour y las drogas de diseño. Quizás porque han sabido ganarse el crédito del gran público, asociándose con artistas de talla internacional, o tal vez porque estos ritmos nacidos de un ordenador y afinados hasta el detalle se están convirtiendo en el sonido de una época. Pero eso a Guetta no le preocupa. Él llega, pincha y se divierte, y el público le adora. Por eso triunfó esa noche. Pudo suceder en Madrid, Londres, Nueva York, pero ocurrió en Arona, Tenerife, Islas Canarias. Con algunos turistas presentes, claro, pero con mayoría de locales.
Como Carlos y Mónica, una joven pareja tinerfeña seguidora de la música house que no quería perderse la actuación de Guetta y Roger Sánchez, otro famoso dj que pinchó esa noche. “Con el mogollón que hay alrededor, esperamos que nadie nos vomite encima. El rollo que hay es bárbaro. La gente está un poco disparata”, decía ella.
No le faltaba razón. Las botellas de alcohol, refrescos y bolsas, componentes básicos del botellón, poblaban el exterior del campo de fútbol ante un fuerte despliegue policial. Grupos de jóvenes cantaban, saltaban y bailaban los alrededores del recinto, y algunos eran retenidos y cacheados por la policía. Dentro era otra historia, los agentes de seguridad privada no dejaban entrar bebidas y no había muchos kioscos para servir copas, teniendo en cuenta la cantidad de público.
Héctor fue otro de los asistentes, un obrero argentino de 32 años que reside en el sur de Tenerife. Este verano ha estado en los sanfermines de Pamplona y unos días en Ibiza. “Ya vengo con la buena música dentro”, indica. “Vengo a ver a Guetta porque es una figura, pero personalmente no es lo que más me gusta. Estoy con un amigo que hace mucho que no veo y algunos más, nos vamos a pegar juntos la fiesta. Básicamente vengo a bailar”, explica.
“Mi primera impresión de David Guetta fue la de un niño desgarbado. Hasta el representante tuvo que decirle antes del concierto que tenía que cambiarse”, comenta Gustavo Torres, encargado de comunicación del evento. “No solo se trata de pagar su caché -en torno a 100.000 euros-, porque ellos están en un punto que pueden elegir. Se negoció a partir de una actuación anterior suya en Valencia, y se llegó a un acuerdo. Pero hubo que traer una pantalla especial que no hay en Canarias, además del espectáculo de robots. Todo eso son gastos añadidos a lo que cobra el artista”.
Los comerciantes de la zona también notaron la afluencia masiva de público con ganas de fiesta. Para bien y para mal. Babel es recepcionista del apartamento Las Floritas, frente al campo de fútbol de Arona, donde se celebró el festival. Tan cerca del evento que algunos de los policías antidisturbios se quedaron a dormir allí. Había clientes extranjeros, pero también muchos de la zona norte de la isla que prefirieron hacer noche allí. En cuanto a los inconvenientes, señala que los baños comunes los habían tenido que cerrar. “Quieren entrar al baño, a otros apartamentos que no tienen reserva, otros quieren subirse a los balcones para ver el concierto en directo... Llevo dos horas trabajando y tengo dolor de cabeza ya”, se queja. Pero fue un éxito para su negocio: “Las reservas para hoy están llenan desde hace quince días”, apunta.
En la misma calle frente al estadio se encuentra el local de striptease La Florita, donde una señora extranjera atiende a los clientes que acceden al local, en medio del estruendo procedente del campo de fútbol. Allí su barman, Jorge, indica que el negocio está abierto como local de copas para aprovechar al público del concierto. “Las chicas llegarán más tarde. El jefe espera que hoy el negocio se llene”, indica.
Dj Tiesto
Una semana atrás, el sábado 6 de agosto, se celebró en el campo de golf de Adeje, también al sur de Tenerife, el Canarias Sun Live Festival con la presencia de Dj Tiesto. Un artista que ha sido nombrado en enero de este año mejor dj de todos los tiempos por la revista especializada Mix Max Magazine. “Queríamos traer al mejor, y el mejor es Dj Tiesto”, comenta Eduardo Sande, responsable de comunicación del evento. “Nos ha costado bastante, es una estrella y tiene una agenda bastante apretada. Nunca había actuado en Canarias, y vio la oportunidad de hacerlo además en un lugar abierto, con césped, como un campo de golf”, apunta.
El músico holandés pincha una vez a la semana en Privilege (Ibiza), la discoteca más grande del mundo, desde hace varios veranos. El resto de días los pasa actuando en diferentes países, y en uno de esos recaló en Canarias. Aunque su noche no fue tan masiva de público como la de David Guetta, miles de fans disfrutaron con temas trance como Adagio For Strings y otras mezclas menos habituales.
El argentino Héctor había estado la semana anterior en la sesión que Tiesto pinchó en el sur de la isla. “En Ibiza no lo vi porque iba a verlo aquí. Me gustó, pero no tan allá como en Privilege”, en alusión a la macrodiscoteca ibicenca. “Fue más el sitio, el campo de golf estaba muy bueno para esta fiesta, al aire libre, mucho espacio para bailar y pasárselo bien. Pero allá no pincha lo que pinchó acá. Allá mete más caña”, explica.
Wilson es un joven médico dominicano que acude al concierto de Guetta con tres compañeros de trabajo. También fue a ver a Tiesto. “Estuvo bueno, pero pensé que la infraestructura del evento iba a estar mejor. Me esperaba más”, dice Wilson. “Espero que el de David Guetta sea mejor. Tiesto es un dj famoso, tiene su historia desde mucho tiempo, y David Guetta está pegando ahora. No lo podría comparar, pero Tiesto tiene más trayectoria”, comenta.
Para Gustavo Torres, del Arona Summer Festival, llevar en dos semanas al sur de Tenerife a dos figuras como Guetta y Tiesto “es sintomático del poder de convocatoria, del interés del público y de la iniciativa empresarial. Ellos dos están en la cúspide, poco más se puede traer. Al fin y al cabo somos un archipiélago, no tenemos la capacidad de ciudades como Madrid o Barcelona”.
Otros eventos y discotecas
A estos dos festivales se unen otros que siguen la estela de sonidos electrónicos, como el Ritmos del Mundo 3.0 en Costa Adeje (Tenerife), que se celebra el próximo sábado 10 de septiembre en el parque acuático Siam Park. En la misma fecha, en Santa Lucía (Gran Canaria), está el Festival Eolica, un evento que combina arte, música y energías renovables. Una semana después, el día 17, es el Godskitchen en Las Palmas de Gran Canaria, un festival itinerante que tendrá su sede en el muelle de cruceros de la ciudad.
A lo anterior se unen otros espectáculos donde los sonidos electrónicos tienen algún papel, en el marco de festivales como el Magma Fest, en Adeje, que también engloba cine y arte de vanguardia. Otras sesiones o conciertos se organizan además de manera ocasional en diferentes museos como el Centro Atlántico de Arte Moderno.
De lo que no hay duda es de que en Canarias existe una tradición asentada en cuanto a música electrónica. En febrero pasado, en los Carnavales de Santa Cruz de Tenerife, se instaló un escenario de sonidos dance en la Plaza de Europa con marcas de éxito como Supermartxé, Ministry of Sound, Matinée y Pachá Ibiza. En 2004 y 2005 se celebró en la misma isla el Canarias Summers Experience, otro festival que llevó a varios de los dj del momento.
Pero no solo se trata de festivales. En las dos islas capitalinas existe desde hace años un público fiel a las fiestas de música electrónica. En el sur de Gran Canaria, la discoteca Chic marcó un antes y un después, logrando que prestigiosos dj de talla mundial actuaran en su local, hoy cerrado. En la actualidad la discoteca Heaven, de ambiente gay-mixto y con siete años desde su apertura, ha tomado el testigo como lugar destacado en este tipo de fiestas en Playa del Inglés. Eso sin contar a Pachá Gran Canaria, un referente de la noche en el sur de la isla y presente desde 1981. En Tenerife destaca desde hace años la sala Backrock en La Laguna. En el sur de la isla, el conocido Grupo Nooctua acaba de abrir una macrodiscoteca en el municipio de Adeje, probablemente la de mayor aforo del Archipiélago.
No es previsible que la situación cambie en los próximos tiempos, para felicidad de los fans de la música dance, house, trance y sus derivados. Aunque el parón de la economía ha afectado fuertemente a la industria musical, este sector en concreto se encuentra en auge, y sigue creciendo en adeptos y celebraciones. Como indicó Eduardo Sande, del Arona Summer Festival, “es el único estilo donde sus artistas no han visto rebajado su caché con la crisis”.