El Granca cae en el último cuarto ante un líder intratable
El Herbalife Gran Canaria ha intentado con todas sus armas romper las estadísticas negativas que atesora frente al Real Madrid con ya 14 partidos oficiales seguidos sin conocer la victoria ante el líder de la ACB.
Los de Pablo Lasso se llevaron la victoria por 68 a 76 gracias al acierto en el último cuarto, cuando abrieron una brecha demasiado grande para los de Casimiro, que a pesar de todo lucharon hasta el último momento.
Gustavo Ayón, con 12 puntos, 3 rebotes y dos asistencias fue el mejor del encuentro con 19 de valoración, mientras que en el Granca Pasecniks fue el mejor de los suyos ya que con 8 puntos y 5 rebotes, obtuvo 12 de valoración
El Real Madrid comenzó con prisas por abrir brecha en el marcador con un parcial de 7 a 0 que paró Royce O'Neale en el minuto 4 de partido. Desde ese momento las diferencias se irían acortando gracias a la intervención del francotirador Kuric.
El norteamericano enchufó tres triples seguidos para empatar a 17 a un minuto del final del primer cuarto y obligó a Pablo Lasso a pedir tiempo muerto, tras el cual, Gustavo Ayón, con cuatro puntos, consiguió mantener a los suyos por encima al final del primer cuarto (17-21).
Los errores por ambos bandos en la reanudación marcaron la tónica del encuentro, con defensas férreas, hasta que Báez, de tres, volvía a poner las tablas, un punto de inflexión que dio alas al Granca y que poco a poco fue creciendo hasta llegar, por momentos, a superar al conjunto de Pablo Lasso.
La locura en el pabellón se desataba en el minuto 17, cuando McCalebb conseguía un 2 + 1 para poner a los suyos a cuatro de ventaja, un marcador que se ampliaba 35 a 30 tan solo un minuto después gracias a la conexión O´Neale-Pasecniks. El pívot lituano machacó el aro sin compasión ante la impotencia de la defensa blanca.
El Real Madrid se veía superado por los amarillos, en volandas por una afición entregada a la causa que creía cada vez más en el milagro.
Pero de nuevo Pablo Lasso con un tiempo muerto acercándose al descanso conseguía salvar los muebles y dejar el marcador 39-37 gracias a el eterno Felipe Reyes, cazando un rebote ofensivo, y a un triple de Rudy casi sobre la bocina.
El Madrid trataba de imponer un ritmo más intenso para romper el encuentro, pero la fortaleza amarilla bajo su aro, cazando casi todos los rebotes defensivos, parecía poner la canasta más alta a los blancos.
Al grito de sí se puede de la marea amarilla, Royce O´Neale machacaba a canasta, para poner a tres de distancia a los suyos, pero la respuesta de la mano de Llul en forma de triple no se haría esperar.
A excepción del inicio del encuentro, el Granca estaba cuajando un partido inmenso, pero para poder vencer a los de Pablo Lasso necesitaban no perder ni un segundo la concentración ni la intensidad, ya que en cualquier momento cualquiera de los blancos aprovechaba para hacer daño.
Con un punto de diferencia alternando a favor de cada conjunto en el último cuarto, la lucha se encarnizaba, cada jugada contaba y ambos equipos trataban de asegurar al máximo sus puntos sin arriesgar demasiado.
Sobre el minuto 34 la defensa del Real Madrid se mantenía impenetrable y con una rápida transición al ataque Doncic abría una brecha que agrandaba Nocioni de tres, también de defensa-ataque (58-63).
El tiempo muerto de Casimiro no arreglaba las cosas y los visitantes seguían agrandando distancias por medio de Taylor, pero Kuric, con un 2+1 devolvía esperanzas a un Gran Canaria Arena expectante.
La lucha del conjunto claretiano era encomiable ante un Real Madrid impasible e intratable en los instantes finales, acertando dos triples vitales que hacían que la esperanza se desvaneciese y un triple de Kuric al final del partido, ilustrando la competitividad y lucha que ofreció el equipo de Casimiro hasta el final, dejaría el marcador 68 a 76.
