El eje oriental despega: Lanzarote y Fuerteventura quieren “pesar más”

Pedro San Ginés y Marcial Morales, presidentes de los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura.

Manuel Riveiro

Arrecife —

La Bocaina, un brazo de mar de apenas 13 kilómetros, marca la distancia entre Lanzarote y Fuerteventura. Una autopista marítima por la que cada año se mueven entre las dos islas más de un millón de pasajeros, con un incremento en el último año de casi el 27%. Entre Lanzarote y Fuerteventura suman 250.000 habitantes, reciben unos cinco millones de visitantes y su industria turística genera 4.800 millones de euros al año (unos 400 millones más que Gran Canaria). Durante años alejadas en el ámbito político, los cabildos de ambas islas han retomado los contactos en los últimos meses en un intento de resucitar el denominado eje oriental, un contrapeso al tradicional reparto de poder entre Gran Canaria y Tenerife.

“El eje oriental tiene una variable política, que es sin duda ser más fuertes, pesar más, porque por separado representamos bastante menos”, destaca el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales. “Lanzarote y Fuerteventura son dos islas que tienen muchos problemas en común y, por tanto, muchas de las soluciones debieran ser adoptadas igualmente de forma conjunta”, añade el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés. “El relanzamiento del eje oriental lo que persigue es aunar esfuerzos para atender a cuestiones vitales para ambas islas relacionadas con energías renovables, aguas, el sector primario, la industria, el turismo o los residuos”, explica San Ginés.

Morales pone un “ejemplo concreto” de cómo el trabajo conjunto da sus frutos: las plataformas ganaderas de Fuerteventura y Lanzarote, con el respaldo institucional, han influido para que el Gobierno de Canarias envíe a la Unión Europa una propuesta para reducir el apoyo a la importación de productos que “compiten” con los productores locales, “como es el caso de la leche en polvo o los quesos”. Esas ayudas que se rebajan de la importación pasarían a engrosar las que benefician a la producción en el sector primario de las islas. El último censo ganadero del Gobierno canario apunta a que entre ambas islas suman 146.000 cabezas de ganado caprino, en el que Fuerteventura es un referente.

También en el sector primario se ha puesto en marcha un protocolo para que los productos vitivinícolas de Fuerteventura se analicen en el laboratorio insular de Lanzarote, “especializado en ese sector como no puede ser de otra manera”, subraya Marcial Morales, y los productos de Lanzarote se pueden analizar en la isla vecina.

Uno de los retos compartidos de Lanzarote y Fuerteventura, dos Reservas de la Biosfera de la Unesco, es avanzar en las energías renovables, escasamente desarrolladas en la actualidad. En el corto plazo, señala Morales, están “trabajando conjuntamente” en la elaboración de bases para concursos de adquisición de vehículos eléctricos y colocación de puntos de recarga.

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