Brito rechaza la incineradora de biomasa porque “no tiene nada que ver” con el proyecto de desarrollo insular

El consejero de Medio Ambiente, Emergencias y Participación del Cabildo de Gran Canaria, Juan Manuel Brito, dijo este lunes que la planta de biomasa que se quiere instalar en Las Palmas de Gran Canaria “no tiene nada que ver” con el proyecto de desarrollo que “este gobierno” quiere “implantar” en la isla.

“Hemos apostado por un proyecto de cambio ecosocial, donde uno de los ejes centrales es la soberanía energética y el desarrollo de las energías renovables que ayuden a cambiar el modelo de desarrollo económico de Gran Canaria y que sea un ejemplo también para cambiar el modelo de desarrollo de Canarias”, afirmó en rueda de prensa.

Asimismo, el consejero expuso que el modelo que “está planteando” la Autoridad Portuaria de Las Palmas y el Gobierno de Canarias, que lo ha declarado como una “acción estratégica”, “nada tiene que ver con nuestro proyecto”.

“Este proyecto -continuó Brito- no hace otra cosa que perpetuar la dependencia energética de Canarias, no mejora los costes energéticos y desde mi punto de vista es uno de esos atajos que se pretenden tomar para avanzar en un camino en el que no valen atajos, hay que tomar una estrategia decidida para avanzar en la soberanía energética”, añadió.

En este sentido, Brito expuso que la biomasa de “kilómetro cero”, la biomasa de “economía de escala” es una “alternativa” que puede ser “muy útil” para las estrategias de reforestación o la “mejora de calidad ambiental” de ese modelo de desarrollo, pero que se está hablando de una “gran planta” de biomasa que “no cambia” la dependencia energética.

“Hay que ir hacia modelos más autocentrados -comentó-, de economía de escala, y este modelo no se corresponde. Nos oponemos a la instalación de esta planta de gas en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria”.

Finalmente, expuso que “el Cabildo no tiene competencias, pero se debe posicionar política y públicamente en dar su opinión, pero lo que me parece bastante grave, es que sabiendo que los informes de salud ambiental son negativos por parte del propio Gobierno, este Ejecutivo declare esa acción como estratégica, ”pero lo que me parece sorprendente es que el Gobierno de Canarias siga apostando por un modelo totalmente improvisado“, concluyó.