Bolta espera que las nuevas “medidas correctoras” acaben con el conflicto de los mogollones
El Ayuntamiento de Palmas de Gran Canaria confía en que las nuevas medidas correctoras para paliar el ruido y reforzar la limpieza y seguridad del entorno de Santa Catalina, más restrictivas que otros años, acaben con el conflicto que ha llevado a la suspensión cautelar de los mogollones.
La concejal de Cultura, María Isabel García Bolta, ha manifestado este miércoles a los periodistas que estas nuevas medidas correctoras “van a marcar un poco las pautas” de la negociación que el Ayuntamiento mantiene con los vecinos que han logrado que un juez ordene la suspensión cautelar de las siete fiestas nocturnas previstas en esta edición de las fiestas en la trasera del parque Santa Catalina.
García Bolta ha admitido que las actuaciones que el Consistorio adoptó en 2014 para evitar molestias a los denunciantes fueron “buenas, pero no suficientes”, por lo que las previstas este año son “mucho más restrictivas y garantizan un mejor derecho al descanso de los vecinos de la zona”.
Para ello, se ha diseñado una distribución “completamente distinta” de los chiringuitos y puestos, de forma que no actúen de pantalla contra el edificio de los denunciantes.
El ruido estará “aún más controlado, con aparatos que permiten recoger el sonido y concentrarlo en una sola dirección”. Además, un grupo de peritos velarán porque los decibelios se sitúen en los parámetros permitidos.
El Ayuntamiento también se ha comprometido a reforzar la limpieza y la seguridad en la zona, de forma que la gran afluencia de público no perjudique al bienestar de los vecinos.
García Bolta ha explicado que estas medidas correctoras “no se habían visto en el juzgado” antes de que la magistrada ordenara la suspensión cautelar de los mogollones, por lo que, en su opinión, “es posible que se llegue a un entendimiento” entre el Ayuntamiento y los denunciantes, bien sea en la conciliación judicial prevista para mañana o a través de las negociaciones particulares que se llevan a cabo.
La edil ha insistido en que hay que buscar un equilibrio entre el derecho al descanso y la celebración del carnaval de la ciudad y ha dicho que no renuncia a ello ni tampoco al parque Santa Catalina.
Preguntada por la deficitaria capacidad de negociación que, según la oposición, ha mostrado el grupo de gobierno municipal en este conflicto, García Bolta ha pedido a esos grupos políticos “sensatez y seriedad para equilibrar las cosas” y no “aprovecharse” del período electoral para hacer tales afirmaciones.
“No se puede negociar con todos y cada uno de los vecinos, pero cuando hay alguna queja nos sentamos a hablar con todo el respeto del mundo”, ha referido.
La edil ha afirmado que el carnaval de Las Palmas de Gran Canaria no puede ser declarado bien de interés cultural (BIC) porque no es ni un bien tangible ni intangible, como sí ocurre, por ejemplo, con el silbo gomero.
A su entender, este evento sólo puede ser declarado como Fiesta de Interés Turístico, primero a nivel regional, que ya lo es, y luego a nivel nacional e internacional.