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Guardiola llama a Vox y se pone a trabajar en las 206 exigencias que ya rechazó en octubre para ser presidenta

La candidata del Partido Popular a la presidencia de la Junta de Extremadura María Guardiola durante su comparecencia el pasado domingo tras conocer los resultados electorales

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La candidata del PP y presidenta extremeña en funciones, María Guardiola, ya ha iniciado las negociaciones para buscar un acuerdo de investidura, pero lo ha hecho solo con Vox. Esa llamada se produjo el pasado martes por la tarde, emplándose a “seguir hablando” sobre el documento de 206 exigencias que la extrema derecha planteó en octubre para aprobar los presupuestos de 2026 y que Guardiola rechazó de plano, llegando a decir que lo que buscaba Vox era la “bancarrota” de la Hacienda extremeña.

La conversación entre la presidenta y el candidato de Vox, Óscar Fernández Calle, se produjo en un “tono cordial” en el que ambos se felicitaron por los resultados, según ha anunciado Guardiola tras la reunión del comité de dirección de su partido este viernes en Mérida. También ha dicho que el mensaje fue “claro”: “Pensar solo en Extremadura y tratar de llegar a un acuerdo que permita que nuestra región tenga la estabilidad que necesita para seguir creciendo”.

Por ahora, Vox no ha planteado otras cuestiones como la Presidencia de la Asamblea de Extremadura y en todo momento han remitido al documento que trasladaron en la negociación presupuestaria fallida. En este sentido, ha indicado que de lo que tienen que hablar “no es de puestos”, sino de “un gran acuerdo” que dé la “estabilidad” que necesita la región en estos cuatro años de legislatura y de las políticas “a poner en marcha en pos del crecimiento de Extremadura y del bienestar de los extremeños”.

Como punto de partida de la negociación, el PP ya trabaja en dicho documento de medidas, algunas de las cuales ya advirtieron que eran “inasumibles porque chocaban con la legalidad”, para poner sobre la mesa “qué cuestiones podrían hacer llegar a ese acuerdo y cuáles no, o cuáles se tendrían que modular y en qué sentido”.

Las exigencias de la extrema derecha

“No han solicitado absolutamente nada diferente a esas 200 medidas”, ha insistido María Guardiola en relación a unas peticiones que pasan por eliminar el gasto superfluo, la supresión de subvenciones para cooperación internacional, ideología de género, sindicatos y patronal; derogar la ley LGTBI, eliminar la ecotasa o rechazar el pacto verde.

Vox también exige eliminar el registro de médicos objetores al aborto, ayudas contra el fraude de empadronamiento en los municipios extremeños y un programa de reintegración de inmigrantes a sus países de origen. Además, quiere reducir el IRPF autonómico, entre otros impuestos, en los tramos tercero cuarto, al 15 y 16,5 %, respectivamente, como ya se ha hecho con los dos primero, así como eliminar los de sucesiones y transmisiones y la reducción y exención en el caso de desastre natural o fuerza mayor del impuesto de aprovechamiento cinegético, son algunas medidas tributarias.

Sobre una posible tutela de las direcciones nacionales, ha defendido que es “absolutamente autónoma” para decidir: “lo he sido siempre y si no lo fuera, no estaría aquí”. Espera, por tanto, que el candidato de Vox tenga esta “misma autonomía” y que puedan “negociar los dos en una mesa” cuestiones que afectan a la región “sin tener que estar esperando a las autorizaciones por parte de Madrid, que eso complica y ralentiza mucho las cosas”.

Por otro lado, María Guardiola ha avanzado que ya ha formado el decreto de convocatoria para la constitución de la Asamblea de Extremadura, que será el 20 de enero y “a partir de ahí hay un mes para la investidura” que confía sea cuanto antes porque Extremadura “no puede parar” y precisa de un presupuesto para “seguir creciendo”.

Se ha referido además al recuento del voto de residentes en el extranjero, el llamado voto CERA, por el que el PSOE conserva el último diputado en juego en la provincia de Cáceres y el PP se queda a “unos 300 votos” de lograr el escaño 30, donde la situación parlamentaria “no hubiera cambiado absolutamente nada”.

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