Los ataques de Berlusconi contra Napolitano abren una crisis institucional en Italia

ROMA, 8 (EUROPA PRESS/Gloria Moreno)

Los ataques que el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, dirigió ayer contra el presidente de la República, Giorgio Napolitano, han abierto una crisis institucional, hasta el punto de que el mismo Napolitano tuvo que aclarar a través de una nota oficial su “absoluta imparcialidad”.

Tras conocer el veredicto final de la Corte Constitucional, que ayer rechazó la norma con la que Berlusconi pretendía protegerse de la Justicia, 'Il Cavaliere' acusó a los jueces y al presidente de la República de ser “de izquierdas” y de haber condicionado la decisión de este alto organismo judicial.

Más tarde, en declaraciones al programa 'Porta a Porta' de la televisión pública italiana (RAI), el 'premier' también acusó a Napolitano de no haber hecho nada para evitar que los jueces rechazaran la ley.

Según su punto de vista, Napolitano, que en su día ratificó la norma después de que ésta hubiera sido aprobada por el Parlamento, “garantizó con su firma que la ley sería aprobada por la consulta” del Tribunal Constitucional y, por lo tanto, en estos últimos días, el jefe de Estado tendría que haber presionado a los jueces del Constitucional para que éstos se pronunciaran a favor de la ley.

La teoría de Berlusconi generó de inmediato perplejidad entre los partidos de la oposición y en la opinión pública italiana. Por su parte, el presidente de la República dejó claro a través de un comunicado oficial que en Italia “todos saben” que él sólo está “de parte de la Constitución, ejerciendo sus funciones con absoluta imparcialidad y un espíritu de leal colaboración institucional”.

Por su parte, el vicepresidente del Consejo Superior de la Magistratura, Nicola Mancino, defendió a la Corte Constitucional y aseguró que ésta “ha desempeñado su papel”. Ahora “la sentencia sobre el 'Lodo Alfano' debe ser respetada”, dijo en alusión a la norma, que en Italia es conocida por el apellido del ministro de Justicia, Angelino Alfano, que es quien la impulsó.

Además, Mancino criticó la “tosquedad” de las acusaciones dirigidas por Berlusconi contra los jueces y contra el jefe de Estado italiano, las cuales “esta vez no han tenido límite”.

Sin embargo, el posicionamiento que en estos momentos más debería preocupar a 'Il Cavaliere' es el del 'número dos' de su propio partido y actual presidente de la Cámara de los Diputados, Gianfranco Fini, quien subrayó que “el incontestable derecho político a gobernar de Silvio Berlusconi” no puede “hacerle faltar a su preciso deber constitucional de respetar a la Corte Constitucional y al jefe del Estado”, según declaró a través de una nota.

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