Berlusconi será juzgado tras el rechazo de la ley que le protegía
Los jueces de la Corte Constitucional italiana rechazaron este miércoles la ley que protegía a Berlusconi de la Justicia y con la que, nada más llegar al poder, el primer ministro había logrado suspender varios procesos abiertos contra él. Ahora, el premier italiano deberá hacer frente a estos juicios, entre los que destacan el caso Mills, en el que se le acusa de corrupción, y otro relacionado con Mediaset, en el que se le imputan irregularidades en torno a los derechos televisivos.
Tras dos días enteros de debate, los 15 magistrados que forman parte de esta importante Corte judicial declararon ilegítimo el denominado Lodo Alfano, que es el nombre con el que se conoce la ley en cuestión, en alusión al apellido del ministro de Justicia que la preparó. Según los jueces, la norma violaba el artículo tercero de la Constitución italiana, en el que se defiende el principio de igualdad de todos los ciudadanos.
Además de blindar a Berlusconi, la norma concedía impunidad frente a los procesos judiciales al presidente de la Republica, cargo que actualmente ocupa Giorgio Napolitano, el presidente del Senado, Renato Schifani, y el de la Cámara de los Diputados, Gianfranco Fini.
Con su rápida aprobación, Berlusconi había logrado librarse de la Justicia. De hecho, la sentencia de uno de ellos, que llegó pocos meses después de la aprobación de la ley, le habría condenado por corrupción si se tiene en cuenta que el otro implicado, el abogado inglés David Mills, fue condenado por haberse dejado corromper por Berlusconi.
Además del caso Mills y el de los derechos televisivos de Mediaset, existen dos procesos que todavía se hallan en las investigaciones preliminares. En uno de ellos se le acusa de instigar a la corrupción de dos senadores de centro-izquierda. El otro es una continuación del caso relacionado con Mediaset. Aun con todo, cabe la posibilidad de que alguno de estos casos prescriba antes de su conclusión.
Berlusconi acusa a los jueces de ser de izquierdas
Tras conocer la sentencia, Berlusconi, no dudó en acusar a la Corte Constitucional de ser “de izquierdas” y aseguró que él sigue “para adelante” porque “estas cosas” le importan “un pepino”. A parte de estas declaraciones, el Gobierno difundió un comunicado oficial en el que Berlusconi aseguró que respeta la decisión de la Corte Constitucional “en el cuadro de un sistema democrático”.
“Aun con todo, tomo nota de que este sistema, sobre todo a causa de las modalidades con que se elige a los miembros de la Corte, corre el riesgo de alterar, con el tiempo, el correcto equilibrio entre los poderes del Estado, los cuales tienen su origen en la soberanía del pueblo”, puntualizó.
Il Cavaliere insistió en que ni “la solidez” de su Gobierno ni “todavía menos” su “voluntad de proseguir con determinación el mandato recibido del pueblo” corren ningún riesgo. “Por lo demás, no tengo ni la más mínima duda de que las acusaciones infundadas y risibles que todavía se me dirigen caerán bajo el examen de magistrados honestos, independientes y respetuosos de la ley y de la propia conciencia”, concluyó.
A pesar de la seriedad del caso, Berlusconi no renunció a su habitual tono bromista y, nada más llegar a la inauguración de una exposición que estaba dedicada a los santos patronos de Italia, echó en falta el “retrato de san Silvio de Arcore, el que hace que Italia no esté en manos de ciertos señores de izquierdas”, en alusión a sí mismo.
PD celebra el restablecimiento del principio de igualdad
Por su parte, el líder del Partido Demócrata (PD), Dario Franceschini, celebró que, al fin, la Corte Constitucional haya “restablecido” en Italia el principio de igualdad. “El supremo organismo de nuestro ordenamiento, la Corte Constitucional, ha simplemente restablecido un principio que había sido violado, el de la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley”, proclamó.
El veredicto final de la Corte Constitucional podría tener consecuencias fatales para Il Cavaliere. De hecho, no se descarta su dimisión. Esta posibilidad ha generado nerviosismo dentro de su partido, el Pueblo de la Libertad, y de su principal aliado, la Liga Norte, desde donde ya hay incluso quien habla de convocar nuevas elecciones generales entre el 21 y el 22 de marzo, coincidiendo con los comicios regionales.
Sin embargo, uno de los principales representantes del PD, Pierluigi Bersani, puntualizó que “no le toca a la mayoría” decidir si se convocan o no elecciones. “Ahora espero que Berlusconi siga haciendo su deber” y “se concentre un poco más en los problemas del país”, añadió.
De hecho, la convocatoria de nuevas elecciones también llegaría en un momento delicado para la izquierda italiana, que se halla en pleno debate para la elección de su próximo líder, entre cuyos candidatos destacan, precisamente, Franceschini y Bersani.