Es falso que llegase a Canarias un avión militar marroquí camuflado como vuelo comercial

Vista del aeropuerto de Gran Canaria

Efe

1 de febrero de 2021 12:03 h

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Ningún avión militar marroquí invadió el espacio aéreo español camuflado como un vuelo comercial para aterrizar en Gran Canaria, frente a informaciones y mensajes muy compartidos en redes sociales que tergiversan un error en la identificación informática de una aeronave comercial de pasajeros que cubría su ruta habitual.

Desde hace días circulan en Facebook y Twitter mensajes que afirman que un avión militar marroquí ha aterrizado en Gran Canaria “camuflado” como si fuera un vuelo comercial. Gran parte de los usuarios incluye vínculos con distintas webs -una de ellas titula “¡Nueva provocación de Marruecos!”-, cuyos contenidos nacen de una primera información publicada en un diario digital el 22 de enero.

Y esa información, muy difundida en redes, asegura que la aplicación Flightradar24 registró el 23 de diciembre de 2020 y el pasado 20 de enero “varios planes de vuelo” desde Casablanca con destino a Gran Canaria y El Aaiún“, ejecutados por ”un avión C-130H-LM Hércules“ de la Fuerza Aérea Real Marroquí pero ”bajo la presunta simulación de trayectos comerciales“ de la aerolínea Royal Air Maroc (RAM).

Concretamente, afirma que la hoja de ruta registrada por Flightradar24 el pasado día 20 mostró “vuelos ejecutados por el avión Hércules Royal Moroccan Air Force AT976-C-130-RAM976Q desde Casablanca rumbo al aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria”.

El avión militar marroquí, identificado o matriculado esta vez como “AT999-C-130-RAM999Q” habría cubierto ese día también el trayecto Gran Canaria-El Aaiún con la referencia “AT998-C-130-RAM998Q”, el recorrido inverso El Aaiún-Gran Canaria como “AT998-C-130-RAM998Q” y el tramo Gran Canaria-Casablanca con la identificación “AT977-C130-RAM977Q”.

Según esa información, Flightradar había mostrado el 23 de diciembre los mismos cuatro vuelos del avión militar marroquí “con los mismos números de identificación” empleados en enero.

En realidad, ningún avión militar marroquí voló hasta el aeropuerto de Gran Canaria ni atravesó el espacio aéreo español camuflado bajo la apariencia de un vuelo comercial. Aquellas rutas las llevó a cabo con normalidad una aeronave de la línea RAM para el transporte de pasajeros cuya señal de identificación sufrió un error informático que la catalogó indebidamente como un Hércules.

Ni aterrizado militar en Canarias ni violación del espacio aéreo

Efectivamente, ningún avión militar marroquí figura entre los vuelos que aterrizaron o despegaron del aeródromo de Gran Canaria. Así lo confirman fuentes de Aena, la sociedad estatal que gestiona los aeropuerto españoles.

Consultadas por EFE, estas fuentes explican que ningún avión identificado con las matrículas que figuran en la información difundida en redes sociales aparece en los aterrizajes y despegues registrados en el aeropuerto de Gran Canaria, ni en esas fechas ni en otras.

De acuerdo con los datos recabados por Aena, en ningún momento ha pasado por el aeródromo grancanario un avión militar marroquí como el Hércules citado con esas referencias en las publicaciones que se han hecho virales.

Un error de identificación por un fallo en la señal emitida

¿A qué se debe entonces ese supuesto solapamiento de un avión militar en trayectos de líneas comerciales? Pues a un error en la identificación informática del aparato civil que hizo ese trayecto.

Expertos del Centro de Control Aéreo en Gran Canaria lo atribuyen a “un error en la aplicación de Flightradar24”. Según explican a EFE fuentes de los controladores que trabajan en este centro, en la aplicación aparecía como un Hércules militar “cuando era un avión comercial que hace esa ruta continuamente”.

De este modo, la aplicación con la que se visualiza el radar de este servicio de seguimiento de vuelos catalogó como un Hércules comercial lo que no era más que “un avión convencional de Royal Air Maroc que hace habitualmente esa ruta”.

Fundada en Suecia en 2006 por dos aficionados a la aviación, Flightradar24 es actualmente una importante web y aplicación para móviles, muy utilizada en más de 150 países, que permite a cualquier usuario seguir gratuitamente el tráfico aéreo por todo el mundo en tiempo real con una información detallada sobre cada vuelo.

El funcionamiento de la aplicación se basa fundamentalmente en una extensa red de receptores ADS-B (“Automatic Dependant Surveillance-Broadcast”) gestionados por voluntarios, que reenvían a Flightradar24 datos de las señales que han transmitido los transpondedores instalados en los aviones y que han sido obtenidos con GPS: posición, velocidad...

Contactada por EFE, la propia Flightradar24 ha detallado por qué ocurrió ese error: el avión comercial marroquí que hizo realmente esas rutas emitió de forma defectuosa la señal con el código binario que identifica a cada aeronave y ese código alterado coincidió con el de un C-130 Hércules.

No era más que un avión de pasajeros de la RAM

La explicación técnica es la siguiente: Flightradar24 usa para identificar a cada avión el código invariable de 24 bits que la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) asigna al transpondedor de cada aeronave y que no puede coincidir con ningún otro. Pero aquel avión comercial marroquí emitió esa señal de un modo que se alteró el código.

Así, el transpondedor del avión civil que cubría esas rutas el 23 de diciembre y el 20 de enero “transmitió de forma intermitente una dirección incorrecta de 24 bits” (señal que se conoce también como “dirección en modo S”). Y el código alterado -una larga combinación de ceros y unos en la que se sustituyó algún número por otro- coincidía con el de un C-130 Hércules de la Fuerza Aérea de Marruecos.

En sus explicaciones a EFE, Flightradar24 precisa incluso cuál fue el avión comercial que hizo en realidad aquella ruta: Un ATR-72-600 de la línea aérea Royal Air Maroc (RAM) con matrícula CN-COF. Ese fue el aparato cuya emisión de un código binario alterado provocó “una identificación errónea de la aeronave” en el sistema de radar de la empresa sueca.

La compañía de seguimiento de vuelos dedicó hace tres años un artículo publicado en su web a explicar este mismo fenómeno excepcional con un ejemplo concreto: un pequeño Piper PA-28 de cuatro plazas aparecía en la aplicación como el supuesto avión que viajaba de París a Filadelfia en un vuelo transatlántico de American Airlines.

El problema fue el mismo que ahora: aquella ruta París-Filadelfia la estaba haciendo en realidad un Airbus A-330, al que se había asignado la dirección hexadecimal A2DCEE, que cuando se traduce a código binario se convierte en 101000101101110011101110. Pero uno de los unos se transformó en cero y, solo con eso, pasó a quedar identificado como el Piper cuya dirección era A2DC6E.

La falsa alarma recurrente de los aviones marroquíes

El C-130 Hércules, el tipo de aeronave militar que las informaciones compartidas estos días en redes sociales daban incorrectamente por hecho que había aterrizado y despegado de Gran Canaria, es un conocido avión de transporte y, por ese motivo, los textos difundidos especulaban con la hipótesis de que Marruecos lo hubiera utilizado para repatriar inmigrantes desde España.

La Fuerza Aérea Marroquí dispone de una flota de estas aeronaves de gran capacidad que ronda la quincena de aparatos y también para España ha sido un avión de transporte muy utilizado durante décadas. En 1973 llegó al Ejército del Aire español el primer C-130 de la compañía estadounidense Lockheed y hasta diciembre de 2020 no se ha completado el relevo de este modelo por el nuevo A400M de Airbus.

No es la primera vez que se difunden informaciones sobre falsas violaciones del espacio aéreo español por parte de aviones militares marroquíes. A mediados del pasado agosto, circularon en Facebook y Twitter mensajes que afirmaban que aviones de combate F-16 marroquíes habían sido interceptados por cazas españoles sobre Ciudad Real y obligados a volver al Estrecho. Nada de ello era cierto.

En este caso, tampoco ha existido ese C-130 Hércules del Ejército marroquí que habría aterrizado en Gran Canaria con fines oscuros, sino un avión civil de línea aérea comercial que hacía su ruta habitual con normalidad y que tan solo sufrió un fallo informático al emitir su código de identificación. 

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