Al menos 31 personas han muerto en la República Democrática del Congo desde que los rebeldes tomaron Goma
MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Un total de 31 cadáveres, de los cuales 21 corresponden a civiles y diez a militares de las Fuerzas Armadas congoleñas, han sido recuperados en las calles de Goma y sus alrededores desde que los rebeldes del grupo 23 de Marzo (M23) se hicieron con el control de esta ciudad del este de la República Democrática del Congo, según ha informado un trabajador de una ONG a la agencia de noticias de la ONU IRIN.
Los enfrentamientos entre las tropas gubernamentales y los rebeldes del M23 han dejado cortada la red principal de suministro eléctrico de Goma, lo que ha provocado que grandes áreas de la ciudad permanezcan sin electricidad y, en algunos casos, sin suministro de agua.
“Tenemos aquí más de un millón de residentes y desplazados internos sin agua. El único punto en el que puede recoger agua es el lago”, ha relatazo el director de operaciones en Kivu Norte de la ONG Merlin, Arthur Sarazin.
“Y el agua del lago (Kivu) no es apta para el consumo”, ha indicado, antes de asegurar que el agua contiene la bacteria del cólera y que hay un alto riesgo de que pueda llegar a contagiar esa y otras enfermedades. “Nuestra prioridad ahora es el retorno de los desplazados civiles”, ha explicado.
La organización no gubernamental Oxfam estima que hay unos 120.000 desplazados en la región de Goma, incluidas 60.000 personas que huyeron del campamento de desplazados de Kanyaruchinya, situado a quince kilómetros al norte de la ciudad, por el avance de los rebeldes del M23.
Los residentes de Goma no pueden aprovechar el agua de lluvia para el consumo por tratarse de una zona volcánica, ya que se han detectado sustancias dañinas en el agua de las precipitaciones. La Cruz Roja congoleña ya ha habilitado varias potabilizadoras en las orillas del lago Kivu.
Además de dejar sin luz ni agua Goma, el avance de los rebeldes ha provocado el cierre de colegios, centros de trabajos, comercios y oficinas gubernamentales, dejando a la mayoría de la población sin trabajo. “Las escuelas no están abierta. Ahora no va haber trabajo porque los comercios están cerrados. Desde ayer sólo he comido pan”, ha explicado Zephy Baluza, un joven de 24 años que ha acudido a una de las potabilizadoras de la Cruz Roja para conseguir agua.
Baluza trabajaba en una de las oficinas gubernamentales de la localidad de Keshero, próxima a Goma, que ahora ha quedado cerrada. También han sido evacuados de Goma muchos de los trabajadores de organizaciones humanitarias, incluido todo el personal no esencial de Naciones Unidas.
En este escenario, el avance de los rebeldes también ha provocado que crezcan las tensiones de la población con los militares de la misión de la ONU, la MONUSCO, porque, aunque se enfrentó a los rebeldes al principio, una vez que han controlado Goma, ha dejado de hacerles frente. “Están enfrentados con MONUSCO”, ha asegurado el responsable de una de las pocas ONG que todavía siguen trabajando en la región de Kivu Norte.
En declaraciones a la radio de Naciones Unidas, el secretario general adjunto para Operaciones de Mantenimiento de la Paz de Naciones Unidas, Hervé Ladsous, ha hecho hincapié en que el mandato de la MONUSCO es “apoyar” y no “sustituir” a las Fuerzas Armadas congoleñas en las operaciones contra insurgentes.
“Por varios motivos, las Fuerzas Armadas congoleñas desparecieron de escena (en Gomna). Desde ese momento, nos hemos quedado solos frente al M23 y está claro que el mandato no es hacernos cargo directamente del M23”, ha asegurado Ladsous.