La principal playa urbana de Lanzarote, cerrada más de un mes por vertidos fecales y sin solución a la vista

La playa de El Reducto está desierta. Tiene una de las tres únicas banderas azules que quedan en la isla, está en el corazón de Arrecife, la capital de Lanzarote, y junto a las principales plantas hoteleras de la ciudad, pero no hay nadie en este tramo de costa. Desde el 14 de octubre, con algunas interrupciones, la bandera roja ondea en esta emblemática playa de la isla. De vez en cuando puede verse a alguna persona paseando por la arena o al socorrista pidiendo a un par de turistas despistados que salgan del agua, y es que desde hace casi dos meses está desaconsejado el baño en este enclave por vertidos de aguas fecales. Por el momento, se desconoce cuál es el punto de origen de las incidencias, y la reapertura de la playa no se contempla hasta encontrarlo.

El primer anuncio de cierre llegó el 14 de octubre. La Concejalía de Playas del Ayuntamiento de Arrecife tomó esta decisión “por prevención”, después de que la Policía Local constatara “nuevos vertidos con apariencia de aguas fecales” en una zona conocida como la Punta del Camello, donde se localiza un emisario submarino, los tubos que se encargan de transportar las aguas residuales supuestamente tratadas hacia el mar. Las analíticas realizadas ese día por el área de Salud Pública de Lanzarote confirmaron el episodio de contaminación al dar positivo en la bacteria E.coli, una bacteria común en el intestino de las personas.

El 16 de octubre a las 9.30 horas, el Ayuntamiento anunció la reapertura de la playa, después de que los resultados del Servicio de Inspección de Salud determinaran que la calidad del agua de la playa de El Reducto era óptima para el baño. Esa misma tarde, desde el Consorcio de Emergencias del Cabildo insular informaron de que se había vuelto a colocar la bandera roja por la mala calidad del agua. 

Dos semanas después, el 31 de octubre, Arrecife volvió a abrir la playa al baño con el respaldo de los informes positivos de Sanidad. Sin embargo, la bandera verde permaneció izada apenas cuatro días y el 4 de noviembre fue sustituida por la roja, que permanece hasta hoy. Ese día, Salud Pública aconsejó la prohibición del baño en la playa de El Reducto “hasta que la entidad responsable determine las causas que están originando estos episodios de contaminación fecal y garantice que se han tomado las correspondientes medidas correctivas y correctoras”.

Las entidades responsables a las que hace referencia Salud Pública son la empresa Canal Gestión y el Consorcio Insular de Aguas de Lanzarote. La primera es la empresa encargada del ciclo integral del agua en la isla desde 2013, cuando el expresidente insular y actual senador Pedro Sanginés (CC) le adjudicó el servicio por 106 millones de euros. Canal Gestión -filial de Canal Isabel II de Madrid- es la entidad gestora del aliviadero y de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) situados en la Punta del Camello, tal y como consta en el censo de vertidos del Gobierno de Canarias.

El Consorcio Insular de Aguas de Lanzarote está integrado por el Cabildo y los siete ayuntamientos y es titular de las instalaciones. Fuentes de Canal Gestión han respondido a este periódico que hasta el momento no se ha encontrado el origen del problema y remiten para más información al Consorcio Insular de Aguas. Por su parte, desde el Cabildo han remitido a Canal Gestión al tratarse de un problema en la red de saneamiento y, por tanto, de su competencia. Mientras tanto, la playa sigue cerrada y sin solución a la vista.

Encontrar el punto de fuga 

Desde el Ayuntamiento de Arrecife sí han respondido que durante muchos años se han registrado vertidos en la zona, pero aseguran que las analíticas de los últimos meses han concluido que las aguas de El Reducto sí están aptas para el baño. “No es que sigan contaminadas, pero cuando Sanidad decretó el cierre advirtió que no se daría la autorización hasta que no se resuelvan las incidencias”, explican desde la corporación municipal. 

Las administraciones se topan ahora con el reto de encontrar el punto exacto en el que se producen las filtraciones de aguas residuales. El Consorcio, en un comunicado oficial emitido al Ayuntamiento de Arrecife y cuyo contenido fue publicado por el consistorio en octubre, aseguró que había constatado filtraciones en su sistema de la zona y obstrucciones en la red que lleva hasta el aliviadero de la Punta del Camello.

El consejero de Aguas del Cabildo, Domingo Cejas, ha explicado en medios locales que cuentan con un robot para examinar el interior de una red de saneamiento obsoleta y detectar así posibles fugas. También se ha abierto una zanja de 20 metros en El Reducto para realizar catas y localizar la fuga. Según ha confirmado el Cabildo, Canal Gestión ha subcontratado a la empresa Canaragua la ejecución de estas catas.

Sobre si el área de Medio Ambiente ha evaluado el impacto ambiental de los vertidos en este tramo de costa de Arrecife, desde el Ayuntamiento indican que la bacteria E.coli solo afecta al cuerpo humano, pudiendo generar ronchas en la piel o irritación en los ojos. “No hay ningún otro tipo de contaminación”, apostillan. 

Ninguno de los dos puntos de vertidos localizados en la zona de la contaminación están autorizados, tal y como se recoge en el censo de vertidos desde tierra al mar actualizado por el Gobierno de Canarias este año. La memoria publicada por la Consejería de Transición Ecológica concluye que de los 36 puntos de vertido contabilizados en Lanzarote, solo ocho están autorizados. Los demás no lo están (50%) o están en trámite (28%). En concreto, la mayoría de puntos de vertido de la costa de Arrecife y San Bartolomé no tienen autorización. El porcentaje de puntos de vertidos regulados (22%) permanece congelado desde 2021, cuando los ilegales ascendían a un 57% y los que estaban en trámite caían a un 22%.