El CEIP Adamancasis de El Paso celebra la jornada ‘Mujeres al frente de una crisis volcánica’

Este jueves, 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, en el CEIP Adamancasis de El Paso, el alumnado del 3º ciclo (10 y 11 años) recibieron a varias mujeres al frente de la crisis volcánica para visibilizar su trabajo en la emergencia y con ello derribar los roles de género, se informa en nota de prensa.

“En la jornada previa, visitaron el centro las chicas de la Asociación Sin suela de Tijarafe, que nos contaron cómo ayudaban a las personas afectadas por el volcán (limpieza de cenizas en tejados, reparto de enseres, etc.)”, explican.

“Ya en la jornada del 25N, nos acompañó Ángeles Fernández, concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de El Paso, que nos contó, entre otras cosas, que todos y todas somos iguales y tenemos que respetarnos entre nosotros y nosotras”.

“También compartieron sus conocimientos con el alumnado las científicas Inés Galindo (vulcanóloga del IGME) y Carmen del Fresno (sismóloga del IGN). La primera, tuvo claro desde niña que quería ser vulcanóloga, y nos explicó cómo usan los drones para ver por dónde se mueve la lava. Y la segunda, quien se conectó con nosotros por videoconferencia, nos dijo que los volcanes avisan antes de erupcionar, sintiendo temblores, hinchándose la tierra, o abriéndose grietas cerca de donde puede salir el volcán. ¡También nos dijo que ella, en Madrid, recibe los datos del sismógrafo que tenemos instalado en nuestro colegio!”, relatan

“La capitana Gamboa de la UME y Sarai Montañez de la Guardia Civil nos contaron sus experiencias ayudando a las personas, sobre todo con el fin de salvar sus vidas y su salud, aunque también han ayudado con la limpieza de cenizas, y a cargar en camiones sus cosas y animales. Para la UME, esta crisis es una de las mayores a las que ha tenido que enfrentarse desde su creación”, añaden.

“Sarai Montañez nos dijo que el 19 de septiembre, cuando erupcionó el volcán, ella acababa de empezar su servicio, y estaba en la calle Paraíso, en la Plaza Bonita, y a pesar de que ella es vecina de la zona, siguió con su cometido ayudando a evacuar a sus vecinos con más dificultades, mientras que su familia lo tuvo que hacer por su cuenta. Eso dio pie a que muchos de nuestros compañeros y compañeras también compartieran sus historias”, señalan.

“Estamos contentos de haber disfrutado esta actividad, haber tenido la oportunidad de preguntar y expresar nuestros miedos, a la vez que nos queda claro qué debemos hacer si vemos o sufrimos una situación de violencia de género”, concluyen.