La Federación Canaria de Caza se solidariza con la consejera de Medio Ambiente del Cabildo de La Palma y condena “los actos vandálicos contra la flora endémica”

En la reunión del Consejo de Caza de Canarias, celebrada telemáticamente este pasado martes, el presidente de la Federación Canaria de Caza, Marcial Juvenal Rodríguez Curbelo, miembro nato de este órgano consultivo del Gobierno de Canarias en materia de caza, ha trasladado a la consejera de Medio Ambiente del Cabildo de La Palma, María Rodríguez, “su solidaridad y apoyo después de las amenazas recibidas hacia su persona este pasado fin de semana”, se informa en nota de prensa.

Además, el presidente federativo, le ha manifestado, “su condena por los actos vandálicos contra los tajinastes rosados de las cumbres de la isla”. El máximo responsable de la entidad deportiva autonómica quiere trasladar al viceconsejero de Lucha contra el Cambio climático y Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Pérez, “su agradecimiento por haber aceptado la petición de la Federación Canaria de Caza, de no catalogar al conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) como especie invasora, en la futura Ley de Biodiversidad y de los recursos naturales de Canarias”. Así lo ha comunicado el propio Miguel Ángel Pérez a los miembros del Consejo de Caza de Canarias, donde “la futura ley, no recogerá a esta especie cinegética tan importante para el sector de la caza canaria, como exótica invasora”. En cuanto a las propuestas de caza presentadas en la sesión del consejo, el presidente, manifiesta “su satisfacción por los acuerdos alcanzados bajo consenso, entre los responsables medioambientales de los siete cabildos de canarias, donde se propone por cada isla a la Orden General de Caza de Canarias, la apertura única del periodo de caza de la perdiz moruna (Alectoris babara) y perdiz roja (Alectoris rufa) con arma de fuego, para toda canarias, el día 19 de septiembre, como día de inicio de temporada de caza de estas dos especies, y el 8 de agosto para la apertura de la caza del conejo sin armas, en el archipiélago canario, a excepción de la isla de La Palma, evitando de esta forma, los traslados masivos de cazadores entre islas, previniendo de esta manera, la sobreexplotación de los recursos cinegéticos de cada isla”, concluye.