¿Vacaciones en La Palma?: cinco planes para explorar y disfrutar la Isla Bonita

Con agosto y septiembre llegan las vacaciones para la mayoría de los viajeros que, tras un año lleno de rutina, buscan desconectar y descubrir nuevos lugares. La Palma es, en este sentido, un destino idóneo para desconectar en su excelsa naturaleza y belleza de cada rincón, por ello es conocida como la Isla Bonita. Estas son algunas de las actividades que no pueden faltar:

Avistamiento de cetáceos y del territorio más joven de España

La nueva fajana generada por las coladas del volcán ha hecho de La Palma el territorio más joven de España. Se puede apreciar de lejos cómo ha cambiado el territorio y la incidencia de la erupción volcánica realizando una excursión en barco que permitirá, no solo descubrir la fuerza de la naturaleza para generar nuevos escenarios, sino también disfrutar de uno de los espectáculos naturales más bellos del mar: el avistamiento de cetáceos. Y es que el Puerto de Tazacorte es un escenario único para poder disfrutar de delfines y ballenas, tortugas y otras especies de peces en su hábitat natural, haciendo de esta una aventura apta para todos los públicos.

El sendero que te lleva al nuevo volcán

Una ruta imprescindible es el nuevo sendero habilitado que permitirá al viajero observar el nuevo volcán acompañados de guías expertos. Es importante señalar que esta ruta no se puede hacer de manera autónoma, sino que hay que contactar con alguna de las empresas de la isla que la organizan e integrarse en un grupo. La ruta, que se completa en unas 2 horas, se dirige hacia un punto cercano al cono volcánico. 

Para completar la experiencia, no puede dejar de visitar el Centro de Interpretación de Cavidades Volcánicas Caños de Fuego, cerca de la última erupción volcánica y un lugar desde el que puedes visualizarlo, así como sus coladas de lava. Esta visita te acercará a la naturaleza más potente y enérgica de La Palma, recordando el origen de la isla.

También es recomendable dedicar un rato a visitar una serie de miradores desde los que poder descubrir desde diferentes perspectivas cómo han modificado las coladas el paisaje. Estos son, además del mencionado Centro de Interpretación, el Monumento Virgen de Fátima, la Iglesia de Tajuya, el Puerto de Tazacorte y el Mirador del Castillo de la Virgen (Montaña Tenisca).

Una visita gastronómica

La Palma es sinónimo de buena gastronomía, pues sus habitantes han sabido preservar las tradiciones del cuidado de la tierra para que cada bocado sea todo un viaje hacia los sabores. Para llevarte un pedazo de esa experiencia a casa es imprescidible pasar por las “recovas”, si estás en la capital, Santa Cruz de La Palma, y en Los Llanos de Aridane, que son sus mercados. Allí, cada producto alberga el corazón de sus agricultores y podrás adquirir exquisicetes naturales de primera calidad, cultivados en el agradable clima de la isla. Asímismo, contribuyes a potenciar un oficio clave para la isla. Descubrirás, además, porqué Saborea La Palma es una realidad.

Tampoco dejes de visitar los mercadillos de agricultor, donde tendrás la oportunidad de apreciar el ritmo de vida palmero y su extensa producción en verduras, frutas y otros productos. Puedes acudir al de Puntallana, al de Los Llanos de Aridane, al de Puntagorda y Villa de Mazo, al de El Paso y al de Breña Alta. También recuerda que existe una amplia paleta de restaurantes y bares, cafeterías, donde poder degustar los mejores sabores palmeros.

Playas vírgenes y piscinas naturales

Sin ser el destino habitual de “sol y playa”, la Isla Bonita da al viajero un oasis para descansar en sus playas de arena negra ubicadas en paisajes vírgenes y acantilados. De hecho, en algunas es posible estar prácticamente solo, disfrutando de la conexión con el mar y la naturaleza que hacen de La Palma un remanso de paz.

Una de ellas es la playa La Zamora, en Fuencaliente, ubicada bajo un pequeño acantilado y con una extensión de 150 metro de largo, esta cala de arena volcánica es completamente virgen y el lugar idóneo para ver cómo el sol se esconde bajo las aguas. Otra buena opción es la vecina Echentive o la Salemera, en la costa de Villa de Mazo.

Y para lugares especiales, un chapuzón en Porís de Candelaria no puede faltar. Ubicado al noroeste de la isla, allí verás unas pequeñas casas blancas construidas en las concavidades de la roca por los autóctonos hace casi un siglo, con el fin de tener un hogar fresco durante los veranos. Esta, además, es una buena ocasión para mezclar senderismo y baño en el mar. Partiendo de su núcleo urbano, Tijarafe, se puede tomar el sendero PR LP 12.2 que te llevará al mismísimo Porís. Una vez realizado el reconfortante y tan merecido baño, se puede regresar al punto de partida con los servicios de un taxi (que previamente debes haber reservado).

Observa las estrellas desde los miradores

Por último, no se puede visitar La Palma sin disfrutar de su maravilloso cielo protegido porque cuando el sol se va, la luz la ponen las estrellas. Y aunque es posible disfrutar de la inmensidad del cielo desde cualquier punto de la isla gracias a la ausencia de contaminación lumínica, La Palma cuenta con una red de miradores astronómicos para apreciar, desde puntos estratégicos, la belleza del cielo nocturno. En cada uno de ellos encontrarás información de interés para poder contar con una experiencia completa, como la ubicación de las principales constelaciones, entre otros datos.

Algunos de estos miradores destacados son: Mirador San Bartolo (Puntallana), Mirador al Infinito (Roque de Los Muchachos – San Andrés y Sauces), Mirador Volcán de San Antonio (Fuencaliente) o Mirador Montaña Buracas (Garafía). Pero para que tu disfrute sea total y absoluto, no te olvides de contactar alguna de las empresas especializadas en astroturismo de Destino La Palma. Más información aquí.

Y, en materia de astroturismo, no puedes dejar de visitar el nuevo Centro de Visitantes del Roque de los Muchachos, en las cumbres de la isla. Todo un recorrido por la historia astronómica de la isla y la fascinante labor que arriba se realiza. Un entorno ideal donde conviven, felizmente, naturaleza y ciencia.