'Bomba trampa' de ETA contra la Ertzaintza

Una bomba, que podría haber sido colocada por ETA como una trampa para la Ertzaintza, causó este sábado daños materiales al hacer explosión en las instalaciones de un repetidor de televisión situado en un monte de Bilbao.

El artefacto, compuesto por tres o cuatro kilos de explosivo de un tipo aún por determinar, ha estallado en una caseta donde están instalados los equipos que suministran energía a un repetidor de televisión ubicado en la cima del monte Arnotegi, de 426 metros, dentro del término municipal de Bilbao.

A las 08.40 horas de esta mañana un comunicante que ha dicho hablar en nombre de ETA ha llamado a la DYA en la capital vizcaína para avisar de que a las 10.00 de la mañana estallaría una bomba en el repetidor.

Agentes de la Ertzaintza han acordonado la zona y han esperado a que pasara la hora citada por el comunicante para inspeccionar las instalaciones, tras lo cual han localizado un paquete junto a una ventana de la caseta situada junto a la antena de televisión.

Los especialistas de la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Policía Autónoma Vasca han decidido utilizar un robot para examinar el paquete sospechoso y en cuanto la máquina ha tocado el artefacto éste ha hecho explosión.

Por ello los investigadores de la Ertzaintza creen que la bomba tenía algún dispositivo antimovimiento y estaba preparada como posible trampa para los artificieros, según ha informado el Departamento de Interior del Gobierno Vasco.

La explosión de la bomba, que se ha podido oír en una amplia zona de la capital vizcaína, ha causado “bastantes” destrozos materiales en las instalaciones del repetidor, sin cuantificar por el momento, y ha dañado el robot de los desactivadores.

Los especialistas de la Ertzaintza analizan ahora la composición precisa del artefacto y el tipo de explosivo utilizado en el mismo, según la misma fuente.

Se trata de la segunda bomba-trampa dirigida por ETA para atentar contra la Ertzaintza en poco más de tres meses, después de la preparada el pasado 11 de noviembre en los Juzgados de la localidad vizcaína de Getxo.

En aquella ocasión la Ertzaintza localizó en la entrada de los Juzgados una mochila con una olla con una bomba de cinco kilogramos de cloratita, que no explosionó y fue desactivada.

Horas después la Policía autonómica descubrió y retiró un segundo artefacto, compuesto por tres kilos de cloratita, metralla y un detonador, en una papelera junto a la entrada de los Juzgados de Getxo.

El hallazgo de la segunda bomba se produjo al visionar las cintas de vídeo de las cámaras del Juzgado, cuando los agentes descubrieron que los dos individuos que depositaron la mochila en la entrada de los oficinas después dejaron un objeto en la papelera.

Al día siguiente, 12 de noviembre, un artificiero de la Ertzaintza sufrió lesiones en las manos al explotarle el detonador de una de las bombas colocadas por ETA en los Juzgados, cuando examinaba el artefacto en la base policial de Iurreta.

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