ETA reaparece con una remesa de cartas del 'impuesto revolucionario'
ETA ha enviado una nueva remesa de cartas de extorsión a los empresarios vascos en las que, en euskera y castellano, les “reclama una ayuda económica” de hasta 400.000 euros y amenaza con tomar “medidas” en caso de no responder a su petición.
La misiva, a la que ha tenido acceso EFE, fue remitida en la segunda quincena de julio y en ella, ETA incrementa tanto la cantidad demandada a los empresarios en los últimos meses y como el tono empleado en la misma, advirtiendo de posibles consecuencias para quien no contribuya a su financiación.
La organización terrorista inicia la carta en euskera y comunica al empresario que se pone en contacto con él “teniendo en cuenta su capacidad económica”.
A continuación, expone que “Euskal Herria está bajo el dominio” de los Estados español y francés a quienes debe pagar impuestos “obligados” y valora que haya “ciudadanos vascos” que colaboren “desde sus bolsillos” y “voluntariamente”, con iniciativas culturales y a favor del euskera, “imprescindibles para la construcción y el desarrollo” del pueblo vasco.
El texto añade que “ETA siempre ha tenido que hacer frente a multitud de necesidades económicas en la lucha a favor de los derechos democráticos de Euskal Herria” y aclara que las iniciativas que desarrolla para obtener financiación no contribuyen al enriquecimiento personal de los miembros de la organización, “tal y como hemos demostrado los gudaris de ETA” durante décadas de actuación.
Por ello, dice la carta, “mientras dure el conflicto, mientras se nieguen sus derechos a Euskal Herria y mientras se obligue a los ciudadanos vascos a dar dinero para pagar infraestructuras políticas y militares extranjeras, habrá que hacer un gran esfuerzo económico”.
Así, ETA se dirige directamente y por su nombre al empresario para pedirle hasta 400.000 euros “a modo de ayuda económica a favor de Euskal Herria”, que deberá entregar “de forma discreta” en “los círculos habituales de la izquierda abertzale”, en billetes de 20, 50 y 100 euros.
La carta concluye advirtiendo al empresario de que, “si no contesta a nuestra petición, daría vía libre a Euskadi Ta Askatasuna para decidir acciones en contra de sus bienes y/o de su persona” y le exige que no se ponga “en conocimiento de ningún Cuerpo policial”, “si no quiere causar daño a nadie”.
Al finalizar el texto en euskera, ETA realiza un resumen del contenido de la carta en castellano por si el empresario no hablara dicho idioma y en previsión de que al solicitar una traducción pudiera poner en peligro la discreción en su comunicación.