Gabriela Bravo cree que Carlos Dívar debería haber “gestionado mejor la crisis”

SANTANDER, 26 (EUROPA PRESS)

La portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Gabriela Bravo, lamenta el “juicio paralelo” y la campaña “bastante desproporcionada” contra el ya expresidente de ese órgano y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, si bien ha opinado que éste “tenía que haber gestionado mejor la crisis”, “calcular mejor los tiempos”, “las maneras de salir ante la opinión pública” y el momento de las explicaciones para evitar o hacer menos daño a ambas instituciones y, en general, a la Justicia.

“Aquí la responsabilidad de este deterioro ha sido compartida”, ha reconocido este martes en Santander Bravo, quien, en declaraciones realizadas a los medios de comunicación, ha señalado que, “quizás, las explicaciones en un momento anterior hubieran sido mejor entendidas y mejor recibidas que 20 días después de haberse desatado ya todos los acontecimientos y con el clamor que había en la opinión pública”.

Con motivo de su participación en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre, precisamente, presunción de inocencia y juicios paralelos, ha opinado que el que, a su entender, se ha hecho a Dívar debería llevar a una reflexión sobre los daños “prácticamente irreparables” que pueden producir a las personas y las instituciones cuando a una información se le da “un determinado sesgo” y constituye un “ejemplo” de cómo habría que “mejorar” a la hora de facilitar ciertas informaciones.

“Creo que todos tenemos que hacer esa reflexión para plantearnos, además, que hay determinados ataques que, aunque en un principio se dirigen directamente a la persona, afectan directamente a las instituciones”, ha dicho Bravo, quien ha lamentado el “proceso de deterioro y descrédito” no sólo del CGPJ y del TS, sino lo que, a su juicio, es “más grave” el “quebranto que para la imagen de la Justicia ha producido todo” este caso.

La portavoz del CGPJ ha asegurado que Dívar, a pesar de tener parte de “responsabilidad compartida” en este daño, ha lamentado este deterioro en la imagen de las instituciones judiciales que se ha producido en el mes y medio que ha durado este proceso.

A preguntas de los periodistas sobre las últimas declaraciones de Dívar asegurando que había sido víctima de un juicio paralelo y de una intromisión en su vida privada y religiosa, Bravo ha considerado que ha habido una campaña “de descrédito personal” contra el ya expresidente del CGPJ y del TS tras la denuncia del vocal de este órgano, “sobre todo” --ha dicho-- en un momento previo al pronunciamiento de la Sala Segunda del Tribunal Supremo.

Sin embargo, ha subrayado que, por un “amplia mayoría” de 11 a 4 votos, la Sala consideró la no admisión de la querella a trámite contra Dívar al entender que los hechos no constituían una infracción penal, una decisión que, según ha recalcado coincide “en el fondo” con la de la Fiscalía.

Bravo ha lamentado que, antes de la decisión del TS, algunos medios de comunicación y la propia opinión pública “ya había ejercido su propia valoración y había anticipado, incluso un resultado” que --ha subrayado-- “no fue corroborado” ni por la Fiscalía ni por el Tribunal Supremo.

La portavoz del CGPJ ha considerado “muy reprobables” los “ataques” a la vida privada y personal a los que, en su opinión, se ha sometido a Dívar y ha asegurado que, además, eran “absolutamente infundados” y “suponen una verdadera transgresión de un derecho fundamental como es el de la intimidad y la propia imagen”.

Bravo no ha querido valorar si la campaña contra Dívar ha sido improvisada o si ha sido algo orquestado, como ha asegurado el expresidente del CGPJ, y se ha limitado a mantener que “todos” han sido testigos de cómo se han indo sucediendo los acontecimientos.

En este sentido, ha señalado que “nunca en la Historia de España” un vocal del CGPJ había denunciado a su presidente, que también era del Tribunal Supremo, pero ha subrayado que es “la primera vez” que, tras esa denuncia, ha habido dos resoluciones que afirman que los hechos denunciados no eran una infracción penal.

Cuestionada sobre si, aunque no penal, esa infracción podría ser moral, Bravo ha vuelto a limitarse a las dos resoluciones judicial pues --ha dicho-- “dado que el tema se judicializó es importante poner en valor” que tanto la de la Fiscalía como la del TS han sido “coincidentes”.

Bravo ha señalado que “desde el momento” en que las acusaciones contra Dívar se judicializaron “se inició una especie de procedimiento público inquisitorial fuera de la propia vida judicial”. “El presidente fue juzgado por la propia opinión publica e incluso se le anticipa ya la condena”, ha añadido la portavoz del CGPJ, quien ha afirmado que, en su opinión, se trata de un “juicio paralelo” y de una campaña contra la persona de Dívar y su intimidad que, a su modo de ver, ha sido “muy, muy desproporcionada y se le ha hecho mucho daño”.

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