La empresa 'pantalla' del alcalde de Mogán
La Policía Nacional cuenta con indicios racionales de que el alcalde de Mogán, Francisco González (PP), utilizó en 2006 a dos de sus primos como tapadera para montar negocios inmobiliarios a través de la mercantil Mogán Domaro SL. Así consta en parte del sumario desclasificado como secreto este mes por el Juzgado número 6 de San Bartolomé de Tirajana, que investiga la presunta corrupción en el ayuntamiento turístico del sur de Gran Canaria en el denominado caso Góndola.
A través de los pinchazos teléfonicos al alcalde y líder del PP local y a su primo Eduardo Gabriel Marrero González, Tato, con contrato como asesor de la Concejalía de Servicios Públicos y Aguas, los investigadores del caso detallan al Juzgado cómo a lo largo de octubre de 2006, Tato y su hermano Domingo Marrero González, conocido como Paco, deciden crear la sociedad Mogán Domaro SL, para adquirir terrenos en la zona de Playa de Mogán denominada Cueva de la Sal.
La operación finalmente se materializa por medio de una permuta con dos propietarias de terrenos colindantes cuya titularidad ya tienen los hermanos Marrero González, a través de otra mercantil, Inversiones Hermagón SL. Y de todo el proceso de compra y permuta es informado puntualmente el alcalde por su primo Tato, hasta el punto de convocar una reunión el 17 de octubre de 2006 para poner en marcha la segunda sociedad, Mogán Domaro SL, en la que inicialmente figuran como socios los primos del alcalde, pero estos venderían con posterioridad un tercio de la misma a Francisco González.
La investigación de Góndola hace referencia a un “contrato” al que insistemente se alude en los pinchazos al alcalde y a Tato, que presumiblemente sería un documento privado por el cual los primos venden la tercera parte de la sociedad al líder del PP moganero, realizada ya la adquisición de terrenos para construir apartamentos, tras “agilizar” su clasificación rústica por urbana valiéndose de su posición en el Ayuntamiento, y así recibir después los porcentajes previstos a tres partes iguales de la explotación de los mismos.
Si bien el referido “contrato” no ha podido ser localizado por los investigadores, varias conversaciones telefónicas del alcalde con su primo y asesor,Tato, reflejan la participación de Francisco González en el negocio inmobiliario. Tato le dice al alcalde el 19 de octubre de 2006: “Es una pasada. Te lo dije, yo te lo decía, es una pasada. Fíjate, trescientos metros, fíjate el valor de lo que estamos comprando ahí abajo, Paco”.
Con anterioridad, el 5 de octubre, Tato explica al alcalde el reparto de apartamentos a construir: “tú tendrás el tuyo, tu terraza en el solarium arriba propio, dividido por un tabique de una media altura, de un metro, que divide las terrazas del solarium. Entonces cada uno te va a tener de arriba abajo en vertical su propiedad, ella, tú y nosotros”.
Los primos del alcalde se contradicen ante la Policía
Las conversaciones telefónicas no dejan lugar a la duda del interés de Francisco González por todas las operaciones que lleva a cabo Mogán Domaro SL, tanto de su constitución como del acuerdo con las propietarias de los terrenos colindantes en Cueva de la Sal, hasta el punto de plantearle el alcalde a su primo que le acompañaría a Madrid a cerrar el acuerdo con una de las hermanas propietarias, viaje que finalmente hace a solas Tato.
Además, los primos del alcalde, citados a declarar en la Jefatura Superior de Policía de Canarias por este caso, muestran ante los investigadores claras contradicciones a la hora de explicar por qué, en un principio, iba a participar Francisco González en la constitución de Mogán Domaro SL, y después queda fuera a expensas de ese “contrato” -presunto documento privado- por el cual adquiriría un tercio de la sociedad de sus primos.
Ante la Policía, Tato manifestó que fue su familia la que decidió que el alcalde no entrara en la sociedad, mientras que su hermano explicó que se debió a que González carecía de liquidez económica, en contradicción a los pinchazos telefónicos, ya que el alcalde estaba dispuesto a viajar a Madrid, en diciembre de 2006, para cerrar la permuta con su primo y en otra conversación entre los dos primos se aclaran que “...si ponemos sesenta mil euros, después le vendemos a Paco veinte mil, ¿me entiendes?”.
Paco y Tato, los hermanos Marrero González, también incurren en otra contradicción cuando la Policía les pregunta por el “contrato” que, presumiblemente, fue firmado por el alcalde el 17 de octubre de 2006. Tato dice a los investigadores que “él no había llevado ningún contrato”, aunque admite que quedaron ese día “para hablar de la posible participación del alcalde”. Por contra, su hermano Domingo, alias Paco, niega que se llevara a la reunión del día 17 un “contrato”, sino un “proyecto de construcción” de un solar propiedad de Inversiones Hermagón SL, que nada tendría que ver con el asunto que tanto interés despertaba en el alcalde de Mogán.