La gerente del Hospital de La Candelaria, imputada
La directora y gerente del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria, María Mercedes Cueto Serrano, tendrá que declarar el 29 de enero en el juzgado de instrucción 1 de Santa Cruz de Tenerife, como imputada por un presunto delito de coacciones, tras la denuncia interpuesta en su contra por una mujer que padece un grave cáncer.
Tras querellarse por un posible delito contra la intimidad contra dos celadores del Hospital, imputados por acceder arbitrariamente y de forma reiterada, sin consentimiento expreso, a su historial clínico, Cueto tuvo que declarar como testigo en el juzgado de instrucción 2, en octubre pasado, y reconoció ante la juez que ambos querellados seguían teniendo libre acceso a la información médica, en contra de lo que había afirmado por escrito a la afectada.
El 6 de noviembre pasado, según relata la denunciante en su denuncia, a la que ha tenido acceso este periódico, su médico de cabecera le hace llegar el mensaje de que la gerente quiere hablar con ella, personalmente, a puerta cerrada en su despacho, a lo que la paciente se niega, por tratarse de un asunto judicializado. El mismo mensaje le llegó también a través de otro médico.
Tres días más tarde, la paciente se somete a unas pruebas y cuál es su sorpresa cuando, al acudir a la consulta de su oncóloga para conocer los resultados, ésta le manifiesta que no los conoce porque ha sido bloqueado el acceso a su historial, que se consulta en la intranet del Hospital.
La misma restricción tiene el jefe de Oncología del Hospital de La Candelaria, quien, según la denuncia, confirma a la afectada que “es un caso insólito” y que “en todos los años de su ejercicio profesional jamás había tenido ningún médico de ese centro dificultad alguna para acceder a la documentación clínica”.
Orden de bloqueo
El departamento de informática del Hospital confirmó que se habían dado órdenes de bloquear el historial de la paciente, cuya última analítica y marcadores tumorales eran determinantes para decidir si se le podía suministrar o no un medicamento. Aún así, permitieron el acceso durante diez minutos, tras los cuales, la documentación volvió a quedar bloqueada.
Ese mismo bloqueo lo ratificó un enfermero que debía suministrar el medicamento prescrito, por lo que tuvo que ponerse en contacto con el jefe de Oncología para que le diera instrucciones por teléfono.
Para la denunciante, “es evidente” que esas restricciones, “que han alcanzado a los propios profesionales médicos que me tratan, a los que se ha impedido con eficacia tener acceso a una información que es vital para mi tratamiento, son obra de la gerente del Hospital”.
Y ello, argumenta la denunciante, porque la gerente es quien tiene la potestad para restringir el acceso a las historias clínicas, como declaró ante la juez.
La afectada sostiene que lo sucedido “sólo puede interpretarse en el sentido de una estrategia personal de aquella (Mercedes Cueto), dirigida deliberadamente a presionarme y forzar un encuentro indeseado por mi, imposibilitando materialmente la labor de los profesionales que se ocupan de tratarme”.
La denuncia por coacciones ha dado lugar a unas diligencias previas, en las que se enmarca la citación para que la directora gerente del Hospital de La Candelaria como imputada, tras lo que se decidirá si se sobresee la causa, o por el contrario se mantiene.