Gigantes en el escaparate

El mercado inmobiliario de la capital reúne un grupo de grandes edificios cuya venta o alquiler se ha complicado aún más por la actual recesión del sector. Si ya de por si era difícil sacarles algún rendimiento en circunstancias normales o incluso favorables lo cierto es que en estos momentos a muchos de ellos no les queda más remedio que mantenerse pacientemente a la espera como si de gigantes en un escaparate se tratara.

El récord seguramente lo tiene la antigua fábrica de Tabacos de La Victoria en la plaza de La Paz. Este enorme inmueble lleva casi dos décadas con el cartel de se alquila colgado en sus paredes y sin ningún resultado a la vista. A las dificultades de darle una utilidad al monumental edificio y encontrar un inversor con los suficientes fondos para ello se ha unido también los vaivenes que ha tenido que soportar dentro de la revisión del Plan General de Ordenación (PGO).

En principio el Cabildo quería hacerse con la antigua fábrica para convertirla en un espacio cultural dedicado a las Artes Escénicas pero finalmente tras la oposición de sus dueños se ha optado por permitir otros usos compatibles como el de oficinas, comercial y para la hostelería-restauración. La fábrica, sin embargo, mantendría su condición de edificio catalogado con grado de protección parcial. A su lado se sitúa el antiguo Cinema, la Casa Fournier y el teatro Baudet con los que se quería crear un proyecto integrado de fines culturales y un aparcamiento subterráneo. Estos vaivenes dentro del planeamiento han sido otra de las razones que han dado lugar a la paralización del inmueble y su inevitable deterioro.

En la autopista del norte se encuentra el que fue el antiguo Recinto Ferial hasta que se inauguró el nuevo edificio diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava en el año 1996. Desde entonces la mastodóntica nave se halla deshabitada y sin ningún uso. La empresa propietaria es la multinacional tabaquera Centro Industrial de Tabaqueros Asociados (CITA), participada por Altadis.

Las últimas noticias que se han tenido de este inmueble es que se llegó a tasar en 16 millones de euros en los que se incluía tanto la venta de la parcela como de la construcción. El único interesado hasta ahora en adquirirlo ha sido el Cabildo que de todas formas consideró excesivo el precio y no ha hecho ningún movimiento desde hace tiempo para hacerse con esta propiedad.

La idea era ubicar en esta gigantesca nave algún servicio público relacionado con la intervención rápida ante emergencias o siniestros donde se pudieran concentrar servicios de atención urgente, ya sea sanitarios, de Protección Civil o Bomberos. Desde el Cabildo se ha matizado que la adquisición se tendría que realizar bajo dos condiciones: por un lado debería contar con el consenso político y por otro se estima necesario llevar a cabo una nueva tasación.

Barrio de Los Hoteles

Complicada ha resultado también en muchas ocasiones la venta o alquiler de casonas situadas en la zona antigua de Santa Cruz como es especialmente el barrio de Los Hoteles en pleno centro. En este enclave se pueden encontrar enormes chalets protegidos por la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), sin duda todo un lujo pero que en los tiempos de crisis se han convertido en prohibitivos. Por ejemplo la antigua sede de Presidencia del Gobierno en la plaza de Los Patos tardó al menos cinco años en encontrar un comprador después de que se inaugurara el nuevo edificio al lado de la avenida Tres de Mayo. No es habitual que estos inmuebles salgan al mercado.

Pero por ejemplo desde hace meses se encuentra en venta un palacete de la familia Díaz Bota situado en las ramblas. En total ocupa una finca de 900 metros cuadrados en pleno centro de la ciudad, jardines incluidos. Sus actuales dueños dicen que hasta ahora no han faltado personas interesadas en adquirir la vivienda pero lo cierto es que aún no se acaba de cerrar ninguna operación.

“Este es un edificio histórico y con historia”, señala una de las herederas de los antiguos propietarios. Entre las ventajas resalta que por ejemplo la calidad de los materiales hace que pese a estar al lado de una de las vías más transitadas de la ciudad lo cierto es que dentro reine el más absoluto de los silencios. “Basta con que cierres las ventanas para que dé la impresión de que estás en el campo”, indica.

Un poco más allá de esta casona se encuentra la antigua residencia de los presidentes del Gobierno canario. Hace algún tiempo el ejecutivo autónomo mostró su intención de proceder a la venta del conocido como Palacete de Vistabella, un inmueble construido durante la década de los años 30 del pasado siglo que se conoce también como la Casa del Presidente. La administración regional adquirió este edificio en julio de 1987 por 65 millones de pesetas (391.500 euros) para convertirlo en la residencia oficial en la capital tinerfeña de su máximo responsable y ahora espera obtener por él cerca de un millón.

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