Cardona, “el menos malo”

Juan José Cardona. (Efe/Ángel Medina G.).

Carlos Sosa

Las Palmas de Gran Canaria —

Los más influyentes empresarios del Puerto de La Luz no querían que se relevara a Luis Ibarra (PSOE) como presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas. No solo por considerar que su gestión ha sido una de las más positivas de las últimas décadas y que con ella se haya logrado superar la crisis económica con resultados muy positivos, sino porque temen que tras las próximas elecciones autonómicas de 2019, una nueva mayoría parlamentaria pueda conducir a otro cambio en ese puesto que consideran que no debe sufrir tantos vaivenes. Y así se lo hicieron saber tanto al presidente del Gobierno, Fernando Clavijo (Coalición Canaria), como al presidente del Partido Popular de Canarias, Asier Antona, desde hace algunos meses.

Pero pudo más la fuerza del acuerdo de fin de legislatura alcanzado entre populares y nacionalistas, y el deseo del líder del PP de que sus huestes vuelvan a visibilizar de algún modo la recuperación de alguna área de poder que no fuera estar dentro del Gobierno regional, donde CC no suelta ni medio milímetro.

La dirección nacional del PP quiere acabar la legislatura de la manera menos accidentada posible, y para eso el voto de la diputada Ana Oramas debe estar garantizado sin sobresaltos. Antona ha tenido que asumir las órdenes de Génova muy a su pesar, de ahí que haya preferido un cargo periférico, nombrado por el Ministerio de Fomento, aunque a propuesta del Gobierno de la Comunidad Autónoma, antes que pelear con CC por compartir alguna parcela que le pueda comprometer más.

A pesar de que el nombre de Juan José Cardona era el que se barajaba hace semanas para suceder a Luis Ibarra, Asier Antona trató de congraciarse con el influyente empresariado portuario mostrándole una lista con varios nombres para que el nombramiento pareciera más consensuado. Uno de los empresarios consultado por este periódico confirmó que Antona presentó “una terna” en la que aparecía al menos el nombre de otro político del PP en activo, Carlos Esther, que en la actualidad compagina su trabajo como delegado especial del ministro de Hacienda en la Zona Franca de Gran Canaria con el cargo de consejero del Cabildo en la oposición y con el de vicesecretario de Organización del PP regional.

“Elegí a Cardona porque me pareció el menos malo”, confesó a este periódico el empresario, no sin antes insistir en que mostró a Antona su disgusto por que se produjera este relevo.

El presidente del PP de Canarias, sin embargo, ha negado a este periódico haber acudido a consultar el nombramiento de Cardona con empresarios de La Luz.

La última experiencia de Juan José Cardona en el mundo de la empresa se remonta al año 2008, cuando fue contratado por Santiago Santana Cazorla para la tarea de consejero y administrador mancomunado de su grupo empresarial, en el que se incluye el complejo Anfi del Mar. Cardona venía de ser consejero de Turismo del Cabildo de Gran Canaria bajo la presidencia de José Manuel Soria (2003-2007) y fue su departamento el que elaboró el informe preliminar que culminó en la declaración de interés general de la urbanización Anfi Tauro, previo viaje del que años después fuera ministro de Turismo en el avión particular del empresario Björn Lyng (socio de Santana Cazorla) a la pesca del salmón en Noruega y a un concierto en Salzburgo.

Antes, en la década de los 90, el inminente presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas ya se había zambullido en el mundo del asociacionismo empresarial como presidente de la Federación de Empresarios de Transporte a partir de la empresa familiar con sede en Arucas, su ciudad de nacimiento, y como secretario general de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE).

Cardona, además, ha sido alcalde de Las Palmas de Gran Canaria con mayoría absoluta (2011-2015), y concejal con José Manuel Soria entre 1995 y 2003, primero como responsable de Tráfico y Transportes y luego al frente del urbanismo de la ciudad en los tiempos de operaciones de tan dudosa legalidad como las torres del Canódromo o la Biblioteca Pública del Estado, con condenas judiciales que van camino de suponer cuantiosas pérdidas para las arcas municipales.

Cardona es, con todo, “el menos malo” para los empresarios del Puerto. La semana que viene será el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas.

Compás de espera en Tenerife

Más fácil lo va a tener en la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife el que se perfila como sustituto de Ricardo Melchior. Pedro Súarez no va a tener como director a José Rafael Díaz, hasta la semana pasada protegido por el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, pero destituido por una aplastante mayoría del consejo de administración del organismo. Era la cabeza que estorbaba a Ricardo Melchior después de muchos desencuentros entre ambos, incluida alguna incursión en los juzgados de lo penal de la capital tinerfeña.

La cabeza de Díaz estaba en el alero y era deseada por el PP desde que el pasado marzo no atendiera las instrucciones del presidente de Puertos del Estado y permitiera operaciones de descarga de grandes palas de aerogeneradores durante la inauguración del Puerto de Granadilla por parte del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, junto a otras setenta personas. Lo protegía Carlos Alonso, es verdad, pero Fernando Clavijo ordenó su caída ante la inminencia de la entrada del Partido Popular a la presidencia de esa autoridad portuaria. Y eso que José Rafael Díaz es un influyente dirigente en el comité local de CC en Santa Cruz de Tenerife.

Asier Antona dijo a este periódico que prefería “ser prudente” con el doblete de nombramientos y dejó en remojo el de Pedro Suárez para la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife. El candidato del PP al puesto es experto en marketing y alta dirección y ha desarrollado gran parte de su vida profesional en el mundo de los seguros privados. Actualmente es consejero del Cabildo de Tenerife en la oposición.

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