¿Tiempos de 'sorpasso'?
El sorpasso, es decir el adelantamiento, en este caso electoral, al PSOE, fue uno de los grandes objetivos de Podemos tras su espectacular irrupción en las europeas del 2014. Y, especialmente, en el intenso momento político vivido entre las elecciones de diciembre de 2015 y, tras no conseguirse la investidura de ningún candidato –solo Pedro Sánchez lo intentó, pero sucumbió ante el voto negativo de PP y Podemos-, las de junio de 2016.
Lo que podía resultar entonces posible se difuminó con la pérdida de un millón de votos en los segundos comicios respecto a lo que Podemos e IU por separado habían conseguido en los primeros. El PSOE logró resistir en segundo lugar tras el PP y como fuerza más votada y con más escaños de la izquierda española. No se produjo el anunciado sorpasso.
Pero la situación parecía seguir siendo favorable a la formación morada, sobre todo después de la profunda crisis abierta en el PSOE tras la mayoritaria abstención de sus diputados y diputadas en la votación de investidura de Mariano Rajoy, la decapitación de Pedro Sánchez y el establecimiento de una gestora presidida por el asturiano Javier Fernández.
Apenas 16 meses después han ocurrido muchas cosas. El regreso triunfal de Pedro Sánchez a la secretaría general socialista con un claro triunfo sobre Susana Díaz. La fracasada moción de censura de Unidos Podemos a Rajoy, presentada más como elemento propagandístico y de acoso al PSOE que con voluntad u opción de tumbar al Gobierno del PP.
También la contundente victoria de Iglesias sobre Errejón en el cónclave de Vistalegre II y el papel secundario asignado, desde entonces, al perdedor. Y, por supuesto, la grave crisis territorial en Cataluña, la celebración del referéndum del 1 de octubre en medio de una innecesaria y contraproducente represión policial, que dio paso a la pseudo declaración de independencia y, como respuesta, la aplicación del artículo 155 y la convocatoria de elecciones para el 21 de diciembre. Con parte de los que eran consellers presos y Puigdemont, de momento, en Bruselas. Unos comicios en que desaparece Junts pel Sí y en los que ERC aspira a demostrar su hegemonía dentro del soberanismo.
Todas, aunque se fije mucho más la mirada en la última, la situación catalana, están influyendo en las modificaciones sobre las expectativas electorales, algunas bastante significativas, que señalan los distintos sondeos que hemos conocido en las últimas semanas.
Ascenso
Con un denominador común o, si lo prefieren, con un elemento de acuerdo entre las distintas empresas demoscópicas. Me refiero al notable ascenso de Ciudadanos que eleva su intención de voto entre cuatro y nueve puntos porcentuales con relación a lo que consiguió en la última cita con las urnas.
Todos los institutos demoscópicos aprecian esa subida, situando a los de Rivera en una horquilla entre el 17,5% y el 20,6%. Todos menos Metroscopia, que realiza el sondeo para el periódico El País, que dispara esas expectativas hasta un 22,7%, lo que supondría 9,6 puntos más o, de otra manera, un 73% de subida. Colocándose en empate en intención de voto con los socialistas.
Cierto que en los anteriores comicios, los de junio del año 2016, los sondeos sobreestimaron el voto a Ciudadanos, siendo menor lo que luego obtuvieron los naranja en las urnas.
En aquella ocasión, Metroscopia dio por sentado el sorpasso de Unidos Podemos al PSOE, vaticinando que se colocaría más de cinco puntos por encima de los socialistas (26% para los de Iglesias y 20,5% para los de Sánchez); la realidad fue que el PSOE resistió y superó en 1,6 puntos a UP.
Además, Metroscopia pronosticó a los de Albert Rivera un 14,5%, es decir, 1,4 puntos más de lo que finalmente consiguieron. El CIS también sobreestimó entonces el apoyo a Ciudadanos (14,6%).
Ahora, todos los estudios demoscópicos sitúan al PSOE por encima de Unidos Podemos. Aunque con diferencias que el Observatorio Continuo de Jaime Miquel y Asociados (JM&A) para el diario Público minimiza a un punto y los otros elevan a 9,1 puntos (Sociométrica para El Español), ( 8,6 (El País), 6,5 (Celeste Tel para eldiario.es) y 6 (barómetro del CIS).
Al tiempo, casi todos coinciden en el retroceso de Unidos Podemos. No es el caso de Público, que le sitúa, con el 21%, solo una décima por detrás de su resultado de junio de 2016. Sí el resto. El CIS le pronostica una caída de tres puntos con relación a los últimos comicios, El País de siete, El Español de 5,4 y, por último, eldiario.es de 3,4, que puede parecer un retroceso moderado pero que supone perder casi un 17% de los sufragios y en torno a 20 escaños.
Mientras, con relación a las formaciones históricas del bipartidismo, el PP pierde entre 2,7 y 6,9 puntos, según los distintos sondeos. Mientras que el PSOE retrocede siete décimas, según Público, se mantiene en opinión de El País, o avanza entre 1,5 y 2,1 puntos en el resto de estimaciones.
Brecha
De confirmarse la tendencia que apuntan los sondeos, el bloque de derechas abriría brecha con el de izquierdas. En 2016, PP y Ciudadanos aunaron el 46,1% del apoyo electoral frente al 43,8% de PSOE y Unidos Podemos, es decir 2,3 puntos de distancia.
Ahora esta diferencia sería de 7,9 según El País, de 7,6 para El Español, de 2,8 para Público, de 3,2 para el CIS y de 5,9 para eldiario.es.
Esto tiene mucha relevancia para la política en el próximo período, aunque de momento no parece que Rajoy vaya a adelantar las elecciones generales y convocarlas en el primer trimestre de 2018. Y, también, para asuntos tan relevantes como la posible reforma de la Constitución y, especialmente, de su título VIIIº.
Con la actual configuración del Congreso de los Diputados y con el que puede salir de unas futuras elecciones –con más peso aún de formaciones conservadoras y de menor vocación autonomista- el alcance de una reforma puede verse muy limitado. No sorprende, por tanto, que algunos líderes conservadores se atrevan incluso a hablar de una contrarreforma, es decir, de un recorte en el autogobierno y un avance en la centralización del Estado.
Media de encuestas
Por su parte, la web El Electoral nos ofrece periódicamente una media de las encuestas publicadas. La última, con fecha 9 de noviembre, arroja los siguientes resultados: PP (29,7%), PSOE (24,5%), Ciudadanos (17,4%) y UP (17,3%). Muy cercana, como se puede observar, a lo que pronostica Celeste Tel para eldiario.es.
Se atreven, incluso, con una distribución de escaños:
Por último, el politólogo Juan José Domínguez, que se acercó mucho en sus análisis previos al resultado de las elecciones celebradas en junio de 2016 (un error de 1,36 puntos), afirma que cocinando los datos de la última entrega de Metroscopia, los resultados, bajo su punto de vista, serían PP (27,5%), PSOE (24,5%), Ciudadanos (20,5%) y UP (14,5%). Domínguez señaló recientemente que si ahora hubiera elecciones generales Unidos Podemos “no superaría el 15,5% de los votos”.