La Laguna, regreso al futuro
Aquel Plan General parece que durmió el sueño de los justos durante más de una década pero ahora acaba de aparecer de nuevo como si por él no hubiese pasado el tiempo. Prácticamente su contenido y previsiones son las mismas: apuesta por el desarrollo urbanístico a toda vela aunque se tenga que sacrificar el suelo agrícola lagunero, uno de los de mayor valor de Canarias. Es como si el futuro de Aguere se planificara sobre alternativas que en teoría pertenecían al pasado.
Ganaderos y vecinos se han vuelto a poner al frente de la lucha contra el planeamiento sobre el que ha existido un muy sospechoso silencio mediático y del que sólo parece haber trascendido su parte más inocua. El presidente de la Asociación de Ganaderos de Tenerife, Pedro Molina, presentó en su momento una alegación que viene a resumir de forma bastante clara lo que está ocurriendo. Por un lado el PGO supondrá la desaparición del 14% del suelo agrícola del municipio, lo que suma alrededor de 6,2 millones de metros cuadrados, pese a ser uno de los terrenos que tiene más valor para este sector económico.
El grueso de la recalificación se concretará en enclaves como la Vega lagunera donde pasarán de agrícola a urbanizable 60 hectáreas, equivalentes a más de cien campos de fútbol. Sin embargo, en todo el ámbito regulado por el Plan Especial de la Vega, en vigor desde el año 2006, la recalificación de este suelo abarca las 150 hectáreas. Los ganaderos recuerdan que en los últimos cuarenta años han desaparecido de la isla casi la mitad del suelo dedicado a la agricultura y en la actualidad La Laguna se ha convertido casi en la última despensa de Tenerife.
No por casualidad en el municipio hay censadas 324 explotaciones ganaderas y 484 hectáreas dedicadas al cultivo. En los dos casos los principales enemigos son las dificultades para adaptar a la ley las explotaciones y por otro la presión urbanística. Por ello, proponen que no se permita el crecimiento de los asentamientos agrícolas ya consolidados y se recurra a la figura del fuera de ordenación para que se limite su expansión.
Pero además, se critica que no se haya incluido un informe de sostenibilidad ambiental de manera que por un lado se ofrecían soluciones para cada uno de los catorce núcleos en los que se dividió el municipio y por otro de forma separada se hizo un análisis global de la instauración de un nuevo sistema viario. Los impactos más fuertes en este último caso vendrían por la construcción de la autopista exterior que a lo largo de sus 14 kilómetros implicará la ocupación de un millón de metros cuadrados y de la ampliación de la vía de ronda.
La autopista puede ser interpretada tan sólo como el primer paso para urbanizar todo su entorno, tal y como ocurrió en su momento con la de Santa María del Mar. Esta estrategia del grupo de gobierno de explicar el PGO por barrios, dio lugar a que muchas entidades y particulares no acabaran de percibir de forma global cual era el modelo de ordenación que efectivamente se quería para el municipio. No obstante, los ganaderos extraen conclusiones bastante contundentes. Por ejemplo que la superficie de suelo urbanizable en el nuevo PGO es 2,5 veces superior al que está actualmente en vigor.
El PGO contempla la construcción de 20.000 nuevas viviendas sobre un escenario poblacional de más de 300.000 habitantes que ha sido puesto en duda.
Este colectivo llega a alarmarse ante el interés que muestran los redactores por meter en esta calificación a todos los terrenos que sea posible. Y ello pese a que el lema genérico que se lanzó para resumir el espíritu del planeamiento era: “Hacer más ciudad de la ciudad y más campo del campo”. Sin embargo, lo cierto es que bolsas de suelo que en la actualidad se dedican a la agricultura van a albergar urbanizaciones de hasta 20.000 nuevas viviendas. Es el caso de Tejina, Valle de Guerra, Guamasa, los alrededores de Los Rodeos, la Vega lagunera o en las Mercedes.
Y todo ello sin que exista una explicación más o menos justificada de este afán por urbanizar el municipio, “a no ser la generación de plusvalías a corto plazo”, indican los ganaderos. Además, han detectado la picaresca de compensar las cifras a base de incluir grandes bolsas de suelo que suman 3,2 millones de metros cuadrados para uso agrícola pero sin ningún valor para este sector y que básicamente se reparte a lo largo de la zona de los valles. En datos concretos se pasaría de cuantificar 31,2 millones de hectáreas para este uso a 27,5.
Para justificar este desmesurado interés por urbanizar todo lo urbanizable, se recoge en el PGO que la población pasará de los actuales 150.000 vecinos a 337.000 en el plazo de diez años. Sin embargo, estos datos son cuestionados por el informe del servicio de Planificación del Ayuntamiento lagunero que recoge que como mucho el censo se situará en 190.000 habitantes, y eso en el más optimista de los escenarios.
En La Laguna se mantienen aún 484 hectáreas de uso agrícola de las que el PGO urbanizará el 14%
El Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT) se pone del lado de los agricultores y ganaderos y ratifica el alto valor del suelo que ahora se quiere urbanizar y por ello se intentó garantizar su conservación a través del Plan Especial de la Vega que en caso de aprobarse el PGO acabará virtualmente anulado.
El Gobierno de Canarias, en el informe elaborado por la Consejería de Política Territorial y Obras Públicas, hace un repaso a cada uno de los núcleos cuyo suelo estaba caracterizado como agrícola y que ahora pasa a ser urbanizable, no sin dejar de mostrar sorpresa. Pero además, llama la atención sobre la anulación virtual del Plan Especial de la Vega lagunera, de rango superior al Plan General y que se elaboró tras la revuelta de los ganaderos de 1999.
En el informe del Servicio de Planeamiento se cuestiona la manera en la que es abordada la figura del fuera de ordenación. De hecho se llega al punto de equiparar el estatus jurídico de los edificios que fueron construidos con licencia pero ahora quedarán disconformes dentro del nuevo plan, con los que nunca obtuvieron autorización.
El planeamiento califica incluso como “clandestinas” a todas las edificaciones y usos que estén dentro de esta categoría. En contra de lo recogido en la actual legislación se pretendían prohibir las obras mínimas para garantizar la conservación y mantenimiento de estas edificaciones con lo cual se las condenaba a la ruina más absoluta. En el informe se critica abiertamente la forma en la que se regula la figura del fuera de ordenación que es calificada de “confusa, contradictoria e imprecisa” y se rechaza que se puedan incluir en la misma a las fincas.
En el caso de La Laguna un primer censo contenido en el propio PGO cifra el número de edificaciones en esta situación en 1.652. Pero en el listado se mezclan las que fueron construidas sin licencia en suelo rústico con las que se edificaron en lugares el centro de La Laguna con autorización pero cuya altura luego superó lo permitido en un principio.
El Plan acabará en los tribunales por la falta de un informe de sostenibilidad que explique el modelo global de municipio.
El informe arremete también contra el modelo elegido para urbanizar los terrenos denominado “asistemático”, que es inexistente en el resto del territorio nacional. Básicamente éste abre la puerta a que a los vecinos situados en terrenos que ya cuentan con todos los servicios y que por lo tanto han sido calificados como Suelo Urbano Consolidado (SUC) se les impongan nuevas cargas urbanísticas.
En el caso de los residentes cuyas parcelas vayan a recibir esta calificación, aunque no se den las condiciones para ello, también tendrán que pasar por el aro de desembolsar dinero, aportar suelo o ambas cosas a la vez. El informe califica de “inédito” el modelo urbanizador al que se recurre y no deja de llamar la atención sobre muchos de los principios que incluye. Pero en general en el dictamen ratificado por la Secretaría del Ayuntamiento se echa en falta documentación y se apunta al gran número de calificaciones y términos a los que se recurre lo que crea confusión incluso entre los propios técnicos.
Valle de Guerra en plena ídem
Más allá de nomenclaturas y calificaciones urbanísticas los efectos del Plan General son claros, concretos y se refieren a personas con nombres y apellidos. En el caso de Valle de Guerra se ha creado una Plataforma en contra del planeamiento integrado ya por 800 vecinos, una de cuyas portavoces es Isabel Hernández.
Hasta ahora han presentado cerca de mil alegaciones contra un PGO cuyo contenido califica de “muy oscuro” y de haber encontrado en el mismo “cosas muy extrañas”. No obstante en el pueblo hay arquitectos que han logrado ir poco a poco desentrañando el documento. Así han visto como las previsiones del plan podrían suponer la desaparición de hasta 205 viviendas básicamente porque la cartografía utilizada data del año 2002 y no coincide con la actual.
En Valle de Guerra la utilización de cartografía desfasada dará lugar al derribo de más de 200 casas, según los vecinos.
A partir de este punto han llevado a cabo diversas reuniones y concentraciones con el fin de mostrar su malestar. “Aquí han llegado a llamar a gente mayor y amenazarles con quitarles la paga si se manifestaban, pero no han conseguido nada”. Hernández dice que el intento del Ayuntamiento no es otro que llevar a cabo una urbanización “a lo bestia”.
Para ello se pretende llenar el pueblo de naves industriales, áreas comerciales y vías desmesuradas como una de treinta metros de ancho que cruzará el casco del pueblo y que ya ha sido bautizada irónicamente como el Bulevar. Además, se cambia la tipología de la arquitectura tradicional con lo cual muchas viviendas pasan a estar en régimen de fuera de ordenación con las limitaciones que se imponen a la hora de ejecutar obras, la imposibilidad de hipotecarlas y que el valor de la propiedad será mínimo.
A este movimiento se han unido ya otros vecinos de Tejina y Guamasa cuyos problemas son similares y ven como el planeamiento se saca adelante a base de arrasar con la agricultura. Esta vecina critica el bloqueo informativo al que han sido sometidos que ha impedido que sus denuncias hayan salido publicadas en la prensa y las prisas para aprobar el PGO lo antes posible. “A una periodista le dimos toda la documentación. Como no la sacaba le preguntamos qué ocurría y nos dijo que había preguntado en Urbanismo y le dijeron que todo era mentira. Otro fue más sincero y nos pidió que no jugáramos con sus garbanzos”.
Pérez: “Este es el PGO de Elfidio Alonso”
“Este es el mismo Plan General que intentó sacar adelante Elfidio Alonso y que les hizo perder las elecciones de 1999, el mismo que no se atrevió a ejecutar Ana Oramas y el mismo que ahora quiere aprobar Clavijo para demostrar que es el amo del municipio”. Con esta frase el concejal de XTF, Santiago Pérez, valora lo que está ocurriendo en La Laguna con el nuevo Plan General. No por casualidad, Pérez estuvo presente en la revuelta de los ganaderos de finales de la década de los años noventa y fue el ganador de aquellas elecciones aunque luego un pacto entre el PP y CC le dio la Alcaldía a Oramas.
Ahora ha podido comprobar con incredulidad como de nuevo renace el mismo planeamiento que movilizó a tantas personas y dio lugar a una elevada crispación social en aquellas fechas. No alberga ninguna duda de que es el alcalde, Fernando Clavijo, el que realmente está detrás del PGO aunque utiliza al concejal de Urbanismo, José Manuel Bethencourt, “como escudo”. Pérez sitúa este documento en un intento para desarrollar hasta el límite de lo imposible el sector inmobiliario y de la construcción que precisamente no pasa por sus mejores momentos. Recuerda que Oramas nunca se atrevió a sacar adelante el plan por la debilidad política en la que estuvo inmersa durante gran parte de sus dos mandatos.
“Ahora lo ha desempolvado Clavijo y el presidente del Cabildo, Ricardo Melchior” y sus consecuencias son un modelo de urbanización del territorio “de una agresividad extrema”. Pérez llama la atención sobre las desmesuradas previsiones demográficas que contienen el PGO y que suman más de 300.000 habitantes. Datos sobre los que se justifica luego el intento urbanizador del municipio que se basa en el sistema viario y la recalificación de suelo. El papel del Cabildo se centra sobre todo en la ejecución de la autopista exterior y de la ampliación de la vía de ronda. Ambas obras suponen la desaparición de amplias bolsas de suelo agrícola de gran valor reconocido dentro del propio Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT) y de la Universidad de La Laguna.
Para el concejal la construcción de la autopista exterior supondrá no sólo la ocupación de un millón de metros cuadrados, sino también servirá como “pieza fundamental” para la futura urbanización de todos los enclaves que se sitúan a su alrededor. Todo ello aparece reflejado en el Plan Especial del Sistema Viario del Área Metropolitana, liderado por el Cabildo tinerfeño. La ampliación de la vía de Ronda en plena Vega lagunera también implicará la recalificación de los terrenos adyacentes. Otro tanto ocurre con Tejina donde se plantea una vía separada del pueblo y que abre la puerta a la futura urbanización de estos espacios.
Pese a que desde el Ayuntamiento se quiere vender que este sistema viario es obligatorio, el propio equipo redactor del PGO cuestiona su carácter vinculante y deja claro que se trata de una decisión política. De hecho, el Ayuntamiento de La Laguna nunca presentó ninguna alegación al nuevo sistema viario, al contrario de los ganaderos que siempre se han opuesto a estas obras y al PGO. Pérez considera que en ATI existe un doble discurso de manera que por un lado se defiende el uso agrícola de los terrenos, mientras que por otro se intenta dilapidar este patrimonio natural.
El concejal critica la forma en la que se desarrolló la fase de consultas ciudadanas que se plasmó en una serie de reuniones celebradas en los 14 núcleos en los que se dividió el municipio. De esta manera se consiguió que sólo se hablara del entorno más inmediato “y se evitara así un debate sobre el verdadero modelo global para el territorio”. El auténtico talón de Aquiles del planeamiento es la falta de un informe de sostenibilidad ambiental en el que se debe recoger esta planificación general de La Laguna y sus alternativas.
Esta carencia es la que XTF llevará a los tribunales al considerar que implicará la anulación del PGO o que éste se retrotraiga a una de sus fases iniciales. Llamativa también le parece al concejal la forma en la que se aborda el régimen de fuera de ordenación de manera que en la práctica, “se le resta derechos a los que construyeron sus viviendas con permiso y se las equipara con las ilegales, que además salen mejor paradas”.
Un documento diseccionado
La estrategia de la mayoría de gobierno integrada por Coalición Canaria (CC) y el Partido Socialista Canario-PSOE ha sido la de dar a conocer el Plan General por partes o más bien diseccionado. Para ello con el bisturí se han realizado catorce reuniones en los distintos núcleos del municipio. El concejal de Urbanismo, José Manuel Bethencourt, siempre se ha felicitado del éxito de estos encuentros, pese a que en ciertas ocasiones coincidió con sonados partidos de fútbol.
Aunque este medio de comunicación intentó durante varios días conocer su opinión sobre el PGO y las críticas lanzadas por fuerzas políticas, el sector ganadero y vecinos, el concejal no llegó a ofrecerlas excusándose en que estaba muy ocupado. Por ello, habría que recurrir a la hemeroteca para saber qué es lo que realmente piensa la mayoría de gobierno del PGO.
En general lo que ha trascendido son aspectos muy menores como que se da vía libre a hoteles de cinco estrellas o puntuales pero eludiendo siempre la filosofía del documento que es lo que realmente importa. Incluso han llegado a defender que el suelo agrícola no sólo desaparece sino que se incrementa. En cualquier caso el concejal mantiene que el área estrictamente conocida como la Vega lagunera se quedará igual y sólo se procederá a la urbanización de otros espacios cercanos porque así lo pidieron los vecinos.
Para curarse en salud, Bethencourt dice que el suelo de protección agrario que es explotado en la actualidad apenas representa el 40% del total y que el resto son fincas abandonadas. Con respecto a las vías el concejal cree que es una batalla perdida dado que el Plan Especial del Área Metropolitana ha sido ya aprobado y por lo tanto no hay marcha atrás. En el PGO lagunero llama la atención que su equipo redactor esté formado por alrededor de medio centenar de personas de las que pocos conocen sus nombres. Por el contrario en Santa Cruz se buscó un equipo de arquitectos estrellas como eran Juan Palerm, Leopoldo Tabares de Nava y Fernando Senante.
Sorprende también la partida dedicada a publicar anuncios sobre el PGO en los medios de comunicación que aunque en principio sumaba más de 100.000 euros, algunas fuentes calculan que superó ampliamente esta cantidad. De ahí, tal vez, el apagón informativo que ha planeado sobre el Plan General.