Hechas ya la presentaciones -aunque, seguro, no hacía falta- adentrémonos en el último tomo publicado de estos personajes; es decir, Las Ocho Caras del Supergrupo.
El álbum, al igual que indica su título, nos presenta ocho historias diferentes dibujadas, cada una, por un autor distinto. El guion de todas, eso sí que es de lujo, corre a cargo de Francisco Pérez Navarro.
La cara más cinematográfica nos invita a una sesión de cine en la que los miembros del Supergrupo ven sus aventuras en la gran pantalla, de la mano de Jan. A los aficionados les encanta la película y, sobre todo, los actores contratados. Los héroes -menos El Mago, que ha decidido ser un caballero y llevar a dos “amistosas” demonias a casa- empiezan a sentir celos y deciden enfrentarse a los actores, pero los aficionados toman partido y la cosa se complica…
La cara más competitiva, con dibujo de Nacho Fernández, nos muestra la lucha por la jefatura del grupo en la que están enfrascados El Capi y Bruto, con Latas como árbitro. La Chica Increíble y El Mago están viendo cómo se pelean, pero a la primera le parece que necesitan más público. Por ello El Mago hace traer a toda una horda de demonios y demonias -no se pierdan la “motivación” de los mismos- a ver el espectáculo.
En La cara más letal, el Supergrupo tiene tan solo una hora para salir de un espacio cerrado lleno de trampas mortales y obstáculos. El trabajo en equipo es esencial para sobrevivir a esta misión que ilustra Leonel Castellani.
Bea Tormo se encarga de los lápices en La cara más americana, donde en un fuego de campamento El Capi intenta contar una historia de miedo, muy al estilo tradicional norteamericano. Lo que ocurre es que, una vez que empieza, parece ser que la historia tiene muchos agujeros argumentales… ¿Qué es eso de que “Érase una vez un país cuyo rey…”? El debate político, social y de género está servido.
¿Qué ocurre cuando a La Chica Increíble le pide al Capi y a Bruto que entrenen con ella, pero éstos se niegan, porque es una chica? Pues que vemos La Cara menos Solidaria del Supergrupo, con dibujo de Pedro Pérez, quien nos cuenta qué inventa La Chica Increíble para darle una lección a sus compañeros. Las chicas son guerreras, tal y como decía Coz…
Todo buen cómic cuenta con un guionista y con un dibujante y en La cara más transformista vemos la relación que se establece entre ambos. El dibujante Mike Bonales nos enseña que, entre estos dos, las palabras y las imágenes pueden llegar a ser bandos tan diferenciados como ejércitos en batalla.
Bandos diferenciados también se ven en La cara más fan, donde el relevo generacional toma protagonismo, de la mano de Jordi Sempere. Un padre, emocionado por ver al Supergrupo en un evento, pide a su hijo pequeño que lo acompañe. El infante, lejos de saltar de la emoción, considera que unos superhéroes sin Twitter, cuenta de Instagram, ni película de sus aventuras son unos “pringados” y las acciones de los héroes no son tan bien recibidas como ellos pretenden.
Por último, aunque no por ello menos importante, gracias a los lápices de Oscar Martin y el color que aporta Manuel J. Rodriguez, vemos qué le pasó a Bugs Bunny, perdón, al Supergrupo, al no tomar la izquierda en Alburquerque. El Mago abre un portal para ir a la playa con los otros miembros del Supergrupo, pero en vez de arena y mar lo que encuentran es un páramo desierto y una rata guerrera gigante, que los empieza a considerar apetitosos…
El álbum se completa con ilustraciones homenaje de varios dibujantes hacia el trabajo de Francisco Pérez Navarro y Jan. De esta forma, J.L. Munuera, Enrique Fernández, Álvaro Iglesias, Fran Carmona y Juan Gabriel Fernández (Puzy), Miki Montlló, y Sergio Sandoval nos dan su particular visión de estos héroes.
Para más información sobre el álbum Las ocho caras del supergrupo, por favor consulte el siguiente enlace: www.leprechaun.es/
© Elena Santana Guevara, Helsinki, 2019
© Panini Comics, 2019
© Ominiky Ediciones, 2019
El dibujo de la portada es obra de Oscar Martín, mientras que el color es obra de Manuel J. Rodriguez
El Supergrupo es una creación de Francisco Pérez Navarro, 2019
Sobre este blog
Empecé a leer cómics a la misma vez que aprendí a leer y, desde entonces, no he parado de hacerlo. En todas estas décadas he leído cómics buenos, regulares y no tan buenos, pero siempre he creído que el lenguaje secuencial es la mejor -y más idónea- puerta de entrada para leer tanto letras como imágenes. Ahora leo más cómics digitales que físicos, pero el formato me sigue pareciendo igualmente válido y sigo considerando el cómic un arte.
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