Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.
Hace apenas unos días los cimientos del mundo del fandom se tambalearon tras el primer trailer de la película
Rogue One
. No es osado decir que dicho avance cogió con el paso cambiado a quienes pensaban que dicha película era una mera excusa de la factoría Disney para empezar la sobreexplotación del universo galáctico de George Lucas.
Sin embargo, y sin perder de vista este último detalle, es de recibo reivindicar el trabajo y el talento del director Gareth Edwards, uno de los realizadores con más talento de cuantos han surgido en los últimos años, pero que sigue sin ser debidamente reconocido.
Y es que por mucho que les fastidie a los puristas, Monsters -primer largometraje de Edwards- es una película tremendamente brillante, calificativo que también se puede aplicar a su Godzilla, aunque habría que añadir que esta versión es, además, muy respetuosa con el clásico japonés. Si a esto se le suma que el director es, a pesar de su juventud, todo un artesano, amén de un buen conocedor del engranaje que rodea la creación de los efectos especiales, es posible entender la buena factura del mencionado avance.
Queda por saber si el trabajo de Gary Whitta y Chris Weiz -basado en una idea de John Knoll- colmará las expectativas de los más exigentes. Lo que no se le puede negar a la historia es que tiene un marcado sesgo feminista, dado que la protagonista es Jyn Erso (Felicity Jones), una ladrona rebelde, en el sentido más peyorativo enviada por una líder rebelde, Mon Mothma (Genevieve O’Reilly) para robar los planos de cierta estación de combate de sobre conocida por los veteranos de la saga.
Con esto último quiero dejar claro que esta película relata acontecimientos anteriores al Episodio IV, no posteriores al Episodio VII, puntualización que sobra para todos aquellos que ya no cumplen los cuarenta, verdadero público objetivo de esta película.
Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.
