El Cabildo de Gran Canaria visibiliza la causa del pueblo palestino con un mural que clama “contra el olvido y la injusticia”

La imagen de un olivo que afianza sus raíces en la tierra y que es a la vez una mujer que protege a la comunidad protagoniza el mural inaugurado en el escaparate del Cabildo para visibilizar la lucha del pueblo palestino en Gran Canaria con esta obra “contra el olvido y la injusticia” creada por dos artistas palestinas.

El mural Palestina es mujer y tierra conmemora el Día de la Tierra Palestina que se celebra cada 30 de marzo y es parte del programa Gran Canaria Solidaria del Cabildo para concienciar sobre las desigualdades internacionales y que pone la mirada en esta causa para denunciar la vulneración de derechos por parte de Israel desde hace más de setenta años, explicó el presidente del Cabildo, Antonio Morales, quien apuntó que ahora se visibiliza en la exclusión de esta población de los programas de vacunación de Israel.

La muestra organizada por el Cabildo junto a la Comunidad Palestina de Canarias es una vía para reclamar la retirada de Israel de los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania y la creación del Estado palestino, así como el incremento de la ayuda humanitaria internacional, señaló el consejero de Solidaridad Internacional, Carmelo Ramírez.

Fátima Suleiman, presidenta del colectivo palestino en las islas, y autora del mural junto a Nimat Al-Naser, explicó que la pieza “da voz a una memoria viva” palestina además de “llenar los vacíos de lo indecible”, alusión a la situación de más de cinco millones de personas que viven en campamentos de refugiados de Siria y Jordania o sometidas al cerco israelí en las franjas de Gaza y Cisjordania. 

El mural tiene 2,5 metros de alto y casi 4 de largo y está acompañado de un breve poema también escrito por Al-Naser y Suleiman que reconoce la valentía de las mujeres palestinas y su labor esencial para la comunidad como “madres coraje”.

El 30 de marzo fue instaurado por la comunidad internacional como Día de la Tierra Palestina en recuerdo de los trágicos acontecimientos de ese día de 1976, cuando seis jóvenes palestinos perdieron la vida por disparos de las fuerzas militares de Israel es una protesta contra las expropiaciones de suelo.