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Siete canarios recibieron un corazón en 2007 y cinco esperan por un trasplante

Cinco residentes en el Archipiélago canario esperan a ser trasplantados de corazón, una intervención que se realiza en los hospitales de referencia de Madrid y a la que desde el pasado año se han sometido siete pacientes canarios.

Esta intervención no se realiza en las Islas y de las cinco personas pendientes de un trasplante coronario cuatro son adultos y uno es un menor, informaron fuentes del Servicio Canario de la Salud.

Durante su estancia en Madrid, los pacientes y sus familias pueden alojarse en los dos pisos de los que dispone la Asociación Corazón y Vida de Canarias, cuyo alquiler paga el Cabildo de Tenerife, o en otra vivienda que sufraga el Gobierno de Canarias y gestiona Cruz Roja.

Balduino, que tiene 44 años y hace 21 meses que fue trasplantado de corazón, afirma que desde entonces vive su segunda vida y no hay día en el que no agradezca su generosidad al donante, del que no conoce su identidad, y a su familia.

Su enfermedad comenzó en 2001, cuando se vio afectado por un virus que le produjo una miocardiopatía dilatada, que en un 99 por ciento de los casos es degenerativa. En 2006 se decidió su traslado al Hospital 12 de octubre de Madrid para ser trasplantado.

Durante tres meses, Balduino estuvo ingresado en el centro, sin fuerzas ni para caminar ni hablar, hasta que el 11 de abril de 2006 salió “de la nada para seguir viviendo”, afirma cuando se refiere al trasplante.

Mientras Balduino permaneció ingresado en el hospital, su mujer estuvo alojada en uno de los dos pisos que posee la Asociación Corazón y Vida en Madrid.

Eso daba tranquilidad al enfermo porque además ella estaba acompañada por familiares de otros pacientes.

Balduino, que es enólogo de profesión y que tras su enfermedad ha recuperado casi la normalidad en su vida, pide que las instituciones públicas sean más conscientes de la necesidad de que existan más pisos de este tipo, dado que cada vez es mayor el número de personas que por enfermedad requieren su traslado a Madrid.

La presidenta de la Asociación Corazón y Vida, Dolores García, explicó que esta organización, formada por 380 familias canarias, dispone en la actualidad de dos pisos que sufraga el Cabildo de Tenerife, a los que se sumarán otros dos que sufragarán el resto de los cabildos tras el acuerdo adoptado la pasada semana por la Federación Canaria de Islas.

García afirmó que, aunque el 60% de los pacientes que tienen que ser trasladados a Madrid y que se alojan en los pisos de esta asociación lo son por problemas de corazón, hay otro 40% que lo hacen para tratarse de otras patologías.

Lamentó la falta de espacios de que disponen para acoger a todas las familias que lo solicitan y detalló que en ocasiones, cuando se trata de estancias breves por revisiones médicas, se utilizan hasta los sofá cama de los pisos.

Noelia es una niña de 12 años a la que hace dos meses le detectaron una cardiopatía restrictiva. Desde hace un mes se encuentra en la primera lista para ser trasplantada de corazón.

Su madre permanece con ella en el piso que la Asociación Corazón y Vida dispone en el barrio madrileño de Fuencarral y las dos tienen que estar las 24 horas del día localizables. “Incluso no podemos ni montarnos en el metro”, dijo en una conversación telefónica.

La niña fue trasladada de Tenerife a Madrid en un avión UVI y, tras permanecer varios días ingresada en La Paz, se ha conseguido estabilizar su estado y espera en el piso junto a su madre a que llegue el corazón que precisa.

Su complexión física hace que pueda recibir un corazón de hasta una persona de 20 años. La madre afirma que su hija sabe lo que le ocurre, que necesita un corazón y, aunque lo ha aceptado, echa de menos su colegio, a sus amigos y su entorno.

No obstante, la madre considera que disponer de un lugar donde quedarse es un alivio porque permite compartir con otras familias las mismas experiencias y “recibir también consuelo en los momentos bajos”.

Una tinerfeña que prefiere no identificarse también ha vivido esta experiencia. Su marido hace cinco semanas que fue trasplantado de corazón, tras permanecer nueve meses y medio de espera en Madrid.

Ese tiempo que ha sido muy duro “porque hemos tenido que abandonar la casa, el trabajo y la familia”.

Ahora les quedan por lo menos otros dos meses de estancia en Madrid, ya que las revisiones a las que se debe someter en el Hospital 12 de Octubre son cada quince días, pero se consuela porque, según afirmó, él se encuentra bien “y cuando hemos esperado nueve meses ya no importa un tiempo más”.

Durante su estancia en Madrid, han residido en un piso de la Fundación y aunque valora el esfuerzo que realiza esta asociación señala que el inmueble que gestiona Cruz Roja dispone de más ayudas.

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