Cerrada al baño la playa de La Laja por la rotura de un emisario
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria anunció este lunes que la playa de La Laja permanecerá cerrada al baño hasta que los contraanálisis determinen la idoneidad del agua, tras detectarse la presencia anómala de varias bacterias. El origen de esta situación se encuentra en la rotura del emisario de Lady Harimaguada, cuya reparación está prevista entre este lunes y este martes.
Así lo informa el Consistorio en un comunicado, en el que precisa que la Concejalía de Playas ha conocido este lunes el resultado de los análisis periódicos que controlan la calidad del agua en las zonas de baño capitalinas.
En el caso de La Laja, el informe señala un “recuento alto” de escherichia coli y enterococos, por lo que ante esta situación se ha activado de inmediato el protocolo de emergencia en playas. El origen del vertido está localizado en la torre de aireación del emisario de Lady Harimaguada. La conexión entre la parte submarina y la terrestre sufrió este fin de semana una avería que tras ser localizada está siendo intervenida.
Los operarios que se encuentran reparando la torre de aireación estiman que estará a pleno rendimiento entre hoy y mañana, lo que previsiblemente “normalizará de inmediato” los niveles de bacterias en la playa de La Laja.
Cambio de protocolo
El Ayuntamiento recuerda que el pasado 24 de octubre de 2008, tras un vertido de aguas pluviales con aguas residuales en Las Alcaravaneras, el concejal de Playas, Héctor Núñez, se reunió con los responsables de la Consejería de Sanidad para formalizar un protocolo de actuación que garantizase la calidad del agua y la información directa a la población.
Insiste en que hasta ahora se tardaba del orden de diez días en activar los distintos servicios implicados en la recuperación de la playa. De hecho, desde el año 2004 ha habido cinco peticiones oficiales de cierre de playas capitalinas por contaminación emitidas por Sanidad “sin que las medidas adoptadas en aquellos casos fueran efectivas”.
La modificación del protocolo es una garantía añadida a la tradicional calidad de las playas de la ciudad. Los análisis semanales y quincenales que realiza el Ayuntamiento en las zonas habilitadas para el baño, con el fin de controlar el estado del agua, confirman su “excelencia”, concluye la nota.