Emilia Casas, nombrada doctora Honoris Causa de la ULPGC: “Hay que ampliar el concepto de violencia de género”
La magistrada María Emilia Casas, nombrada en la capital grancanaria como Doctora Honoris Causa de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), ha considerado este jueves que “hay que ampliar el concepto de violencia de género” en las leyes españolas.
“Nuestra ley limita esa violencia a las relaciones de pareja o análoga afectuidad, por lo que hay comportamientos violentos que quedan fuera de la violencia de género y deberían ser tratados como tal”, ha explicado la primera mujer en ser elegida presidenta del Tribunal Constitucional en el acto celebrado en la ULPGC con motivo de su nombramiento.
Para la magistrada, ser Doctora Honoris Causa “supone un gran reconocimiento inmerecido, la enorme generosidad de la ULPGC y un sentimiento de felicidad y, al tiempo, de responsabilidad, porque espero ser digna” de ese galardón, ha señalado.
María Emilia Casas Baamonde, quien fue también la primera mujer Catedrática de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de España, ha considerado que en cuanto a violencia machista en el país “queda mucho por hacer”, aunque ha reconocido que también “se ha hecho mucho”.
“La Constitución Española tiene contenidos muy determinados sobre la igualdad”, ha explicado para concretar que la carta magna del país “traza a los poderes públicos el objetivo de conseguir la igualdad real y efectiva, levantando los obstáculos que la impidan y permitiendo la participación política de todas las personas en la sociedad”.
Asimismo, “la igualdad es un valor superior del ordenamiento jurídico: hay un derecho fundamental subjetivo de las personas a la igualdad y a no padecer discriminaciones por distintas causas proscritas, entre ellas el sexo y el género”, ha aseverado.
La ya Doctora Honoris Causa de la ULPGC recordó su etapa en el Tribunal Constitucional como una época en la que “cambió absolutamente su vida” y en la que procuró “ejercer la jurisdicción constitucional con absoluta lealtad a la Constitución”.
Casas ha asegurado haber tenido “la inmensa suerte” de que durante el ejercicio de su mandato en el Tribunal llegaron al mismo “muchísimos recursos de amparo sobre igualdad de mujeres que resultaban discriminadas por razón de ejercicio de los derechos de conciliación”, en concreto por razón de embarazo, así como “el inmenso honor de resolver las impugnaciones contra la llamada Ley de Paridad”.
Ha dicho que según la Constitución española, “la igualdad entre los sexos admite diferencias que estén objetivamente justificadas y sean proporcionales al fin que perciben”, ha recordado la magistrada, quien ha mostrado su preocupación durante su discurso de nombramiento porque “haya sido y siga siendo el sexo femenino el discriminado por la acción de los poderes públicos y de convenciones sociales muy arraigadas”.
Dichas acciones, “han colocado a las mujeres en posiciones no sólo desventajosas, sino abiertamente contrarias a la dignidad de la persona que reconoce el artículo 10.1 de la Constitución”.
Con respecto al consentimiento de las mujeres, María Emilia Casas ha considerado en declaraciones a los medios que éste es “esencial” dado que “las mujeres somos personas y se necesita la manifestación” del mismo porque, de lo contrario, “las mujeres serían consideradas como no personas que no toman decisiones libres sobre el sexo”.
Asimismo, en su intervención durante su nombramiento como Doctora Honoris Causa de la ULPGC también ha hecho referencia a este consentimiento y lo ha relacionado con algunos “prejuicios” que están asentados en la sociedad, como “la mayor vocación u obligación de las mujeres hacia las tareas de cuidado y familiares”.
A juicio de María Emilia Casas, dichos prejuicios “explican que determinadas conductas sólo sean exigibles a una persona en cuanto mujer frente al acoso, la violencia y las agresiones sexuales”, como “la expresión de su inconsentimiento o de su consentimiento a través de las fórmulas popularizadas ‘no es no’ versus ‘sí es sí’”.
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