El Gobierno de Canarias analiza los niveles de alerta en las islas: así están los indicadores epidemiológicos este jueves

El Consejo de Gobierno de Canarias afronta este jueves, como cada semana, una nueva reunión en la que revisará la situación epidemiológica del Archipiélago y valorará los niveles de alerta de las islas. A pesar de que la comunidad está inmersa en la quinta ola de la pandemia, registrando tasas de contagios mucho mayores que en los anteriores repuntes, la capacidad asistencial en los hospitales canarios, uno de los indicadores que se tienen en cuenta para el cambio de fase, todavía no llega a ser del todo preocupante, lo que puede originar que las Islas mantengan una semana más los mismos niveles.

El último informe epidemiológico del Servicio Canario de la Salud, con datos del 20 de julio, muestra en riesgo muy alto en el conjunto de Canarias la incidencia a 14 días (372,62 casos/100.000 habitantes) y a siete días (209,66 casos/100.000 habitantes), en riesgo alto la incidencia en mayores de 65 años en ambos periodos (110,5 y 67,78) y en riesgo alto el índice de positividad de las pruebas diagnósticas (10,15%). La trazabilidad de los casos, con un índice del 55,48%, se sitúa en riesgo medio, al igual que la ocupación de las UCI, que está en el 10,37% de las disponibles, mientras que la ocupación de camas de hospitalización es el único parámetro que se mantiene en las islas en riesgo bajo, con un 4,85%. A diferencia de hace apenas un mes, ningún indicador se encuentra en riesgo mínimo.

El empeoramiento de la crisis parece consolidarse en las Islas a medida que pasan los días, sin embargo, todavía no se puede hablar de situación crítica gracias a la evolución de la vacunación, que ha hecho que en el día récord de contagios diarios en Canarias, con más de 800 este miércoles, no se haya producido ninguna muerte por la COVID-19.

Si se analiza por islas, Tenerife, que está actualmente en nivel 3 de alerta sanitaria, sigue siendo la que peores datos registra de todo el Archipiélago. De los ocho indicadores establecidos por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para medir la situación epidemiológica de una zona, la isla del Teide tiene dos en nivel de riesgo extremo (incidencia acumulada (IA) a 14 (485,89 casos/100.000 personas) y a siete días (270,3 casos)) y cuatro en riesgo alto, entre los que se encuentra la ocupación en UCI, uno de los parámetros que ha cobrado mayor relevancia con la vacunación, con un 19,1%, el mayor de todo el Archipiélago. La ocupación en planta de los hospitales tinerfeños, por su parte, es el único indicador que permanece en riesgo medio.

Atendiendo a las cifras que presenta Tenerife y al mecanismo de semáforos establecidos por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que establece que una subida al nivel 4 se produce en caso de que al menos dos indicadores del primer bloque (incidencias, positividad y trazabilidad) y uno del segundo (ocupación en planta y UCI) estén en riesgo extremo, la isla podría no escalar de fase este jueves. Sin embargo, este sistema es una mera recomendación, por lo que todo queda en manos de la decisión de los técnicos sanitarios y del Ejecutivo regional, tal y como pasó la pasada semana con Fuerteventura y La Palma.

Gran Canaria, en nivel 2, es la segunda isla del Archipiélago que anota más contagios diarios, pero sus cifras tampoco parecen dirigirla al nivel 3 esta semana. La IA a 14 y siete días se encuentran en riesgo extremo en la isla redonda, con 318,17 y 187,6 casos/100.000 residentes, respectivamente. Sin embargo, en medio de tanto caos, el resto de los parámetros se libra, por el momento, de entrar en nivel alto, y la presión en UCI se mantiene en riesgo bajo (5,78%), aunque este indicador saboreaba hace pocos días el riesgo mínimo.

Por su parte, Fuerteventura presenta peores datos que su isla capitalina vecina. Desde la pasada semana, la isla acompaña a Tenerife en el nivel 3 de alerta sanitaria, pero el refuerzo de las medidas de protección contra la COVID-19 no han frenado, hasta ahora, el aumento de los contagios. Sus incidencias bailan entre la situación de riesgo extremo y de riesgo alto y la ocupación en UCI por la enfermedad producida por el coronavirus casi duplica a la de Gran Canaria, anotando un 9,09% (riesgo bajo).

En una situación similar se encuentra La Palma, en nivel 2. Sin embargo, hay que tener en cuenta en estos casos que se trata de una isla con menor densidad de población, un factor que el Ministerio de Sanidad insta a tener en cuenta para evaluar la situación de cada zona y que puede hacer que cualquier mínimo repunte pinte de rojo (riesgo alto) o marrón (riesgo extremo) sus indicadores. Considerar esto no significa dejar de reconocer que la isla bonita ha experimentado un claro aumento en sus cifras en los últimos días y que, como Fuerteventura, no ha podido frenar dicha escalada a pesar de la subida de nivel el jueves pasado.

Islas en nivel 1 de alerta sanitaria

Las islas en el mínimo nivel de alerta en Canarias parece que tampoco están expuestas a nuevos cambios esta semana. La Gomera tiene en riesgo extremo la incidencia a siete días y en riesgo alto la incidencia a 14 días. Sin embargo, la isla presenta varios parámetros con un esperanzador cero, como en la IA a siete días en mayores de 65 años y la ocupación tanto en planta como en UCI.

El Hierro presenta en riesgo muy alto la incidencia a siete días en mayores de 65 años, en riesgo alto la incidencia a catorce días de los mayores y también de la población general, en riesgo medio la incidencia a siete días, en riesgo bajo la positividad y la trazabilidad y en riesgo mínimo los dos índices de ocupación de camas hospitalarias.

Sin embargo, la que sin duda presenta mejores datos epidemiológicos en medio de este repunte es Lanzarote, que no presenta ningún parámetro en los niveles de riesgo altos. Tiene las incidencias a catorce y siete días en riesgo medio, al igual que la incidencia a siete días en los mayores de 65 años, la incidencia a catorce días en los mayores está en riesgo bajo, al igual que la positividad y la trazabilidad, y los índices de ocupación de camas permanecen dentro de la llamada “nueva normalidad”.